Cataluña ofrece un abanico de opciones fascinantes para descubrir el pasado. Para descubrir el patrimonio medieval de la tierra.A continuación, una lista de cinco lugares medievales imperdibles, cada uno con sus particularidades únicas y, en algunos casos, con la posibilidad de disfrutar de las delicias de las rutas del vino.
Uno de los lugares que no te puedes perder es Besalú, un tesoro medieval en la comarca de La Garrotxa. Su puente románico del siglo XII es emblemático, y al recorrer sus calles empedradas y visitar la iglesia de Sant Pere, te transportas a épocas pasadas. Además, cerca de Besalú se extiende la Ruta del Vino DO Empordà, donde podrás degustar vinos únicos con vistas impresionantes.
Otro enclave medieval que merece la visita es Pals, situado en la Costa Brava. Su casco antiguo bien conservado y la imponente torre de defensa te transportan al medievo, mientras que sus alrededores ofrecen la oportunidad de explorar la Ruta del Vino Empordà, con bodegas que producen vinos con carácter y sabor a mar.
En la comarca del Gironès, el pueblo de Monells te recibe con su Plaza Mayor porticada y sus casas históricas. Es un lugar ideal para pasear y empaparse de la historia medieval catalana. Además, en las cercanías, se pueden encontrar pequeñas bodegas que forman parte de la tradición vinícola de la región.
Peratallada, en el Baix Empordà, es otro destino medieval encantador con calles estrechas, un castillo y murallas que cuentan historias del pasado. Aquí, la ruta del vino te lleva a descubrir bodegas familiares que elaboran vinos y cavas de alta calidad, fusionando tradición y modernidad en cada copa.
Finalmente, Siurana en la comarca del Priorat, te ofrece una experiencia medieval incomparable, con sus calles empedradas y sus vistas panorámicas desde lo alto de un acantilado. En esta región, las bodegas de la Denominación de Origen Priorat destacan por sus vinos tintos de prestigio internacional, ideales para los amantes del buen vino.