El juez Arthur Engoron ha ordenado al expresidente norteamericano Donald Trump y a su empresa, la Organización Trump, a pagar casi 355 millones de dólares (330 millones de euros) en el juicio por fraude fiscal del estado de Nueva York, y ha prohibido al magnate, además, ocupar lugares en cualquier empresa con sede en el estado durante un periodo de tres años.
Si bien el juez ha inhabilitado el exmandatari de ocupar cargos a empresas, no ha disuelto la Organización Trump, que hinchó su patrimonio personal neto en 3.600 millones de dólares (unos 3.300 millones de euros) entre el 2011 y el 2021, según la Fiscalía.
El juez ha decidido, además, que Trump no podrá solicitar préstamos durante tres años en el estado, mientras que ha nombrado un cargo independiente para vigilar los resultados financieros de la empresa durante tres años, según ha recogido la cadena CNN.
Dos de los hijos de Trump, Donald Trump Jr. y Eric Trump, tendrán que pagar cuatro millones de dólares (3,7 millones de euros) para ser responsables de una serie de cargos de fraude civil, entre los cuales la emisión de estados financieros irregulares o la falsificación de registros comerciales. Jefe de los dos no podrán ocupar cargos como por ejemplo directores de empresas en el estado durante dos años.
Del mismo modo, el exdirector financiero de la Organización Trump, Allen Weisselberg, tendrá que abonar un millón de dólares y no podrá ser directivo de una empresa con sede en Nueva York durante tres años. Además, junto con otro extrabajador, Jeffrey McConney, estará permanentemente vetado de ocupar cargos financieros.
Después del veredicto, la abogada del magnate, Alina Habba, ha subrayado en un comunicado que apelarán la decisión ante una "manifiesta injusticia" y ha defendido que se trata de una caza de brujas" que empezó "mucho antes" que la fiscal general de Nueva York, Letitia James, "pusiera un pie" a su oficina.
James solicitó tanto a Trump como su empresa abonar un total de 370 millones de dólares (unos 337 millones de euros) por "enriquecimiento ilegal" y para hinchar el valor de sus bienes en documentos financieros durante más de una década.
El origen del caso se remonta al 2019, cuando el antiguo abogado de la empresa, Michael Cohen --que fue, además, el encargado de realizar los pagos irregulares a la actriz porno Stormy Daniels-- planteó preguntas sobre su estado financiero ante el Congreso.
Una "completa y total farsa"
Por su parte, el expresidente ha calificado esta decisión como "una completa y total farsa" en una publicación en su red social, Truth Social, y ha reiterado la idea que se trata de una caza de brujas" en contra sede.
Trump ha argumentado que la resolución en cuestión es fruto del "abuso tiránico de poder" por parte juzgas y fiscales "corruptos" y ha añadido que esto "no se puede tolerar".
"El sistema de Justicia en el Estado de Nueva York y en los Estados Unidos en su conjunto está siendo asaltado por jueces y fiscales partidistas, engañados y sesgados. La racista y corrupta A.G. Tish James (Letitia James) ha sido obsesionada con "atrapar Trump" durando años, y ha utilizado el juez Engoron del Estado de Nueva York para obtener un juicio ilegal y antiamericano contra mí, mi familia, y mi fantástico negocio", ha denunciado el exmandatari en la misma plataforma.
"Ayudé la ciudad de Nueva York durante sus peores momentos y ahora, mientras está invadida por el crimen migrante violento de Biden, los radicales están haciendo todo lo posible para echarme", ha añadido el republicano defendiendo que "no ha habido víctimas ni daños ni quejas" y que "ni una sola persona ha testificado que hubiera fraude".
"He pagado más de 300 millones de dólares en impuestos en la ciudad de Nueva York y en el Estado y quieren que me vaya. Son lunáticos enloquecidos que lo están destruyendo todo. Todo va empezar con los ataques de Biden a su oponente político", ha sentenciado Trump.
"Falta de arrepentimiento"
De hecho, el juez señala en la resolución, de 92 páginas, que el testimonio de Cohen es "creíble", no solo porque cuando testificó estaba "relajado", sino también por la manera en que sus palabras "fueron corroboradas por otras pruebas del juicio".
Engoron también habla sobre los acusados y asegura que tienen un "total arrepentimiento y remordimiento", que "frota la patología". "Solo se los acusa de hinchar el valor de los activos para ganar más dinero. Los documentos lo demuestran una y otra vez", apunta Engoron en el escrito sobre los acusados, que ha recogido la cadena NBC News.
En este sentido, resalta que "Trump no es Bernard Madoff", en alusión a un famoso estafador, ni ha robado un banco "a punta de pistola" o ha "cometido un asesinato". "A pesar de esto, los acusados son incapaces de admitir errores por su conducta", añade.
Sobre el testimonio de otra de las hijas de Trump, Ivanka Trump, Engoron ha resaltado que fue una testigo "elocuente", si bien ha calificado de "inconsistente" su posición a causa de sus lapsus de memoria. "El que Trump no puede recordar está plasmado en correos electrónicos y documentos", concluye.