El Banco de España ha emitido un informe que destaca los desafíos financieros y fiscales que enfrenta el sistema de pensiones en España. Según el banco central, se necesitarán más de 24 millones de inmigrantes para mantener financieramente el sistema público de pensiones hasta el año 2053.
El informe resalta que factores como el envejecimiento de la población y la transformación tecnológica plantean desafíos significativos para el futuro de las pensiones en el país. Aunque se han propuesto medidas como la llegada de inmigrantes, subidas de cotizaciones y incentivos para demorar la jubilación, el Banco de España advierte que ninguna de estas medidas por sí sola será suficiente para abordar el problema de "extraordinaria envergadura" que representa el sostenimiento del sistema de pensiones.
Una de las preocupaciones clave es el envejecimiento de la población española, que será más acentuado que en otros países. Para mantener la relación entre trabajadores y pensionistas, sería necesario triplicar las previsiones de inmigrantes hasta alcanzar un total de 37 millones de personas activas, de las cuales más de 24 millones serían trabajadores inmigrantes.
El informe también cuestiona las proyecciones del Gobierno sobre el gasto en pensiones y la efectividad de medidas como los incentivos para demorar la jubilación. Además, señala que el aumento de la presión fiscal en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) debido a la inflación ha elevado el tipo medio que se paga por este impuesto.
En cuanto a las soluciones propuestas, el Banco de España sugiere un análisis profundo de alternativas fiscales y de políticas para garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones a largo plazo. Esto incluiría evaluar las tasas de reemplazo y la capacidad del ahorro privado para complementar el sistema público de prestaciones.