El Gobierno de Estados Unidos ha aceptado la petición de las autoridades de Níger para que las tropas estadounidenses salgan del país africano, en el marco de una revisión a gran escala de las relaciones que coincide con el acercamiento político con Rusia en la junta militar nigerina.
Washington notificó el viernes su decisión final a Niamey, en una reunión entre el secretario de Estado adjunto de Estados Unidos, Kurt Campbell, y el primer ministro de Níger, Ali Lamine Zeine, según fuentes oficiales citadas por el diario 'The Washington Post'.
La Administración de Joe Biden se había resistido hasta ahora a dar un paso que ya había reclamado públicamente la junta de Níger y que implicará el repliegue de unos mil efectivos. También queda pendiente el futuro de una base construida hace apenas seis años y valorada en unos 110 millones de dólares (unos 103 millones de euros).
"El primer ministro nos ha pedido que retiremos las tropas y hemos aceptado", resumió un responsable del Departamento de Estado estadounidense que anticipó el inicio "en cuestión de días" de nuevas conversaciones para elaborar un plan claro de retirada, para que esta se lleve a cabo de manera "ordenada".
La actividad militar ya estaba muy limitada después de que Estados Unidos rompiera los acuerdos de cooperación con Níger y detuviera, entre otros programas, el vuelo de drones, clave para la recopilación de información de inteligencia y la preparación de ataques no solo en territorio nigerino sino también en otras zonas de la región del Sahel.
El golpe de Estado de 2023, que supuso el derrocamiento del presidente Mohamed Bazoum y puso en el poder a una junta militar, incluyó a Níger dentro de un grupo cada vez más numeroso de regímenes africanos críticos con la presencia occidental y propensos, en cambio, a acercamientos con Rusia.
La junta militar de Chad ha amenazado esta misma semana a Estados Unidos con solicitar formalmente la retirada de sus tropas de la base militar estratégica de Adji Kossei, en pleno centro de la capital, N'Djamena.