Dovbyk, en archivo

El Girona acaba el curso con una goleada de escándalo y un Dovbyk pichichi (7-0)

El hat-trick del ucraniano le sitúa en el primer puesto de la tabla, con uno más que Sorloth

El Girona cerró el mejor año de su historia con una goleada de escándalo, por 7-0, ante el Granada, en Montilivi. El partido fue un festival de goles para el equipo catalán, liderado por un inspirado Artem Dovbyk.

El marcador se abrió con un gol de cabeza de Eric García, quien rompió el empate después de una primera mitad de tanteo. Sin embargo, el Girona no se conformó con la mínima ventaja y aumentó su dominio con un remate imparable de Tsygankov, quien aprovechó un centro preciso de Miguel para ampliar la diferencia.

El protagonismo de Dovbyk comenzó a tomar forma cuando convirtió un penalti tras una falta sobre Portu en el área. Este gol no solo aumentó la ventaja del Girona, sino que también marcó el inicio de una actuación estelar por parte del delantero ucraniano. A pesar de que le anularon un gol, Dovbyk demostró una persistencia inquebrantable y un hambre voraz de gol durante todo el encuentro.

El segundo tiempo continuó con el dominio avasallador del Girona, destacando nuevamente la precisión de Tsygankov, quien anotó su segundo gol del partido con un remate certero en el minuto 54. A la hora de partido, el árbitro Muñiz Ruiz expulsó de forma rigurosa al visitante Pellisri, ahondando aún más la herida nazarí. A continuación, Dovbyk convirtió su doblete y Christian Stuani se unió a la fiesta con su tanto.

Al final, Dovbyk convirtió el definitivo 7-0 desde el punto de penalti. Fue el hat-trick, con el que provisionalmente es el pichichi de LaLiga, a la espera de lo que haga este sábado Alexander Sorloth en el Osasuna-Villarreal.

El baile táctico ejecutado por el Girona, fruto del trabajo durante toda la temporada, dejó en evidencia la superioridad del equipo catalán sobre un Granada desdibujado y desinteresado. La contundente victoria significó una despedida dolorosa para la afición del Granada, que ya había comenzado a despedirse de una temporada decepcionante en la Primera División.