Una mujer de Maryland, Estados Unidos, celebró su cumpleaños número 109 jugando bingo con sus amigos. Y su entorno se ha atrevido a dar la receta para vivir una vida larga y con salud: no tener pareja.
Jennie Libertini celebró otro cumpleaños el 5 de febrero en Catonsville y muchos querían conocer sus secretos para una larga vida.
"Ha estado sin un hombre, ha estado divorciada durante unos 30 años, así que no hay estrés", dijo a CBS News su amiga y compañera de residencia, Peggy Bocklage.
Con un hombre que la molestaba, la centenaria no tenía nada de que preocuparse además de jugar algunas rondas de bingo en su gran día.
"Cuando le preguntaron qué quería hacer para su cumpleaños, dijo que quería tener una fiesta de bingo", dijo a People Marcy Shea-Frank, directora de desarrollo del centro.
Un grupo de colegialas católicas de la ciudad de Baltimore también se unieron a Libertini y a los residentes de la residencia para celebrar su gran cumpleaños.
"A ella simplemente le encantó", explica Shea-Frank a The Post.
Libertini nació de inmigrantes sicilianos en 1915 y tenía tres hermanos. La centenaria se casó y se convitió en una de las primeras mujeres contratadas para trabajar por la Administración del Seguro Social.
También tuvo un hijo llamado Michael, quien fue su cuidador hasta su muerte a los 83 años. Después de eso, se fue a vivir con una amiga, pero finalmente se mudó a una residencia a la edad de 105 años.
Desde que llegó a la casa Libertini se encargó de asegurarse de que otros residentes comieran, e incluso les dio comida de su plato, dijo Shea-Frank.
Libertini sufrió recientemente una fuerte caída que la obligó a quedar en silla de ruedas. Después de su lesión, ella “de alguna manera dejó de comunicarse”, dijo Shea-Frank.
Sin embargo, eso no le impide dedicarse a su actividad favorita: el Bingo.
"Cuando se trata de bingo, ella está aquí", dijo su amiga Julie Snyder a CBS News. "Ella es la reina del bingo", sentencia.
Aunque a Libertini le cuesta escuchar los números que cantan, alguien se sienta con ella y se los repite.
"Ella mira el tablero, ve los números y gana", afirma su amiga. "Es la cosita más dulce que ha llegado aquí", concluye.