Un enorme asteroide podría estar en curso de colisión con la Tierra a finales de este año y acabar con la vida tal como la conocemos, pero la NASA no está segura de dónde está.
Apodada 2007 FT3, la roca espacial de 300 metros fue descubierta durante poco más de un día hace 16 años antes de que se su señal se volviera demasiado débil y desapareciera. Oficialmente denominado asteroide perdido, fue observado el tiempo suficiente para que los científicos determinaran su órbita y cualquier punto potencial en el que podría impactar nuestro planeta.
El Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra de la NASA identificó docenas de impactos potenciales, incluido uno el 5 de octubre de 2024. Afortunadamente para quienes tienen planes para finales de este año, la probabilidad de que 2007FT3 nos golpee es de aproximadamente una entre 11,5 millones.
El asteroide 2007 FT3 es lo suficientemente grande como para desatar la fuerza de 2.600 millones de toneladas de TNT; no lo suficiente como para enviarnos al camino de los dinosaurios, pero sí lo suficientemente malo como para arruinar un continente.
Un portavoz de la NASA dijo al Standard: “No se conocen amenazas de impacto de asteroides a la Tierra en ningún momento del próximo siglo. La NASA y sus socios observan diligentemente los cielos para encontrar, rastrear y clasificar asteroides y objetos cercanos a la Tierra (NEO), incluidos aquellos que puedan acercarse a la Tierra.
Aunque pesar 54 millones de toneladas y pesar más de 1.000 suena aterrador, en escalas cósmicas es diminuto. Los expertos creen que el asteroide que acabó con los dinosaurios hace 66 millones de años tenía alrededor de diez kilómetros de ancho, cerca de un billón de toneladas y chocó a una velocidad de alrededor de 72.000 kilómetros por hora. La fuerza de la explosión fue de alrededor de 10 mil millones de bombas atómicas.
Se cree que chocó contra la Tierra a casi 40 kilómetros del puerto de la Península de Yucatán en México. El cráter resultante tiene más de 115 millas de ancho y 30 kilómetros de profundidad. La mitad está bajo el agua y el resto cubierto por la selva tropical. Desempeñó un papel importante en la extinción del Cretácico-Paleógeno, que erradicó casi las tres cuartas partes de las especies de plantas y animales, incluidos los animales terrestres más grandes de la historia. Algunos fueron quemados vivos o ahogados, pero la mayoría murieron de hambre a causa de los efectos adversos del fuerte meteorito.
Tuvo consecuencias globales, arrojando enormes cantidades de polvo, azufre y dióxido de carbono a la atmósfera. El polvo y el azufre formaron una nube que reflejaba la luz del sol y reducía drásticamente la temperatura de la Tierra. Un estudio basado en estimaciones anteriores sugirió que redujo las temperaturas de la superficie hasta en 26 ° C. Las temperaturas bajo cero persistieron durante al menos tres años y posiblemente duraron décadas.