El Athletic Club es conocido por su política de jugar exclusivamente con jugadores locales del País Vasco, Navarra, y aquellos formados en equipos de estas regiones. Esta filosofía deportiva tiene raíces profundas que se remontan a los primeros años de existencia del club y se ha mantenido a lo largo del tiempo como parte de su identidad distintiva.
Una de las razones fundamentales detrás de esta política es la conexión que el Athletic busca mantener con la comunidad y la identidad vasca. Desde sus inicios, el club ha tenido un fuerte arraigo con la región vasca y ha buscado representar y promover el talento local en el ámbito futbolístico. Esto ha sido parte integral de su identidad y se refleja en la pasión y el orgullo de sus seguidores.
Real Sociedad, contigo empezó todo
Hay un caso muy antiguo que puede explicar el origen de esta famosa filosofía. En 1911, el Athletic Club vivió un episodio que la marcó. Surgió una polémica cuando el equipo vizcaíno fue acusado de alinear a jugadores extranjeros de manera indebida. Este incidente se originó durante un torneo en el que el Athletic enfrentaba a equipos rivales, entre ellos la Real Sociedad, que por entonces se denominaba San Sebastian F.C.
El conflicto se desató debido a la superioridad del Athletic sobre sus contrincantes, lo que llevó a la Real Sociedad a cuestionar la alineación de dos jugadores ingleses recién llegados al Athletic (Sloop y Martin), junto a otro futbolista que llevaba solo un año residiendo en Bilbao. La denuncia realizada por los guipuzcoanos no tuvo éxito, ya que las alineaciones del Athletic eran completamente legales según el reglamento vigente en ese momento.
La reacción de la Real Sociedad fue retirarse del torneo, disgustada por lo ocurrido. Sin embargo, este incidente tuvo consecuencias a nivel federativo. La Federación Española de Fútbol, para evitar futuras disputas y asegurar una competencia más equitativa, decidió modificar el reglamento estableciendo que solo se podrían alinear a tres jugadores extranjeros como máximo, siempre y cuando estos llevaran al menos tres años viviendo en España.
Ante este contexto y como respuesta a la polémica generada, el Athletic Club optó por una decisión radical pero coherente con su identidad: a partir de entonces, se comprometió a alinear exclusivamente a jugadores locales, es decir, aquellos nacidos en el País Vasco, Navarra o el País Vasco-francés, así como aquellos nacidos fuera pero formados en equipos de estas regiones.
Este episodio de 1911 no solo definió la política deportiva del Athletic, sino que también sentó las bases de una identidad futbolística única en el panorama internacional. A lo largo de los años, el club ha mantenido esta filosofía, lo que le ha valido reconocimiento y respeto dentro y fuera de España por su fidelidad a sus raíces y su compromiso con la cantera y el desarrollo del talento local.
Como resultado, se estableció una limitación en el número de jugadores extranjeros que podían jugar en un equipo, con requisitos de residencia en España. Esto llevó al Athletic a reafirmar su compromiso con los jugadores locales y a adoptar una postura aún más firme de promoción del talento regional, lo que eventualmente se tradujo en su política actual de jugar exclusivamente con jugadores locales y formados en la región.
El Athletic Club ha mantenido una política sólida de alinear principalmente a jugadores locales en su equipo, pero también ha demostrado flexibilidad en ciertos casos. Un ejemplo destacado es el de Fernando Amorebieta, venezolano con ascendencia vasca, cuya conexión con la región y su desempeño en el terreno de juego lo convirtieron en una pieza clave en la defensa del equipo hace una década.