Detrás del imperio de Telegram con más de 900 millones de usuarios en todo el mundo solo hay un nombre el del empresario e ingeniero ruso fundador y consejero delegado de la aplicación de mensajes.
Durante los primeros años fue el propio fundador el que sostuvo Telegram con sus ahorros. Pero Pavel Durov se ha visto obligado a mirar fuera para obtener financiación.
De hecho en varias ocasiones la compañía ha recurrido a la emisión de bonos para financiarse. En la primavera de 2021, emitió bonos convertibles por valor de 1.750 millones de dólares.
La última inyección de fondos llegó semana pasada cuando Telegram recaudó 845 millones de euros a través de la venta de bonos a múltiples inversores, entre los que se encuentran fondos estatales de Abu Dhabi como Mubadala Investment Company y Abu Dhabi Catalyst Partners.
Telegram ha prometido a sus acreedores que tendrán derecho a convertir sus bonos en acciones con un descuento del 10-20%. El descuento del 10% se aplicará si la salida a Bolsa tiene lugar antes de la primavera de 2024. Aumentará al 15% en 2025 y al 20% en 2026.
Las protestas del Euromaidan en Ucrania
Durov fundó Telegram en el año 2013 junto a su hermano mayor, Nikolai, ingeniero y matemático, y el responsable de desarrollar el protocolo de seguridad Mobile Transport Protocol, que cifra y transporta los mensajes, y que convierte a Telegram en una de las app de comunicaciones más seguras del mercado.
Antes de fundar Telegram, en 2006, los dos hermanos crearon la red social VKontakte (VK), muy similar a Facebook, y que goza de una enorme popularidad en Rusia. En 2014, durante las protestas del Euromaidan, en Ucrania, las autoridades rusas requirieron a VK que les facilitara información de los manifestantes y cerraras los canales a través de los cuales se organizaban las. Durov se negó y meses más tarde fue cesado como CEO, momento en el que abandonó el país.