Gert Wilders, Santiago Abascal, Giorgia Meloni y Marine Le Pen en un fotomontaje con la bandera de Europa de fondo

La ultraderecha crece en Europa aupada por la crisis y amenaza con controlar Bruselas

El difícil contexto económico que ha afrontado el continente por la crisis del Covid-19 y las múltiples guerras está impulsando los discursos de odio en Europa

Los ciudadanos europeos se están recuperando de múltiples crisis. Justo cuando la economía de la Unión Europea se estaba recuperando de la pandemia de coronavirus, Rusia decidió invadir Ucrania. De este modo, el continente se vio obligado a buscar nuevas fuentes de energía.

Esa lucha provocó un aumento de los precios del gas y la electricidad, lo que propició una inflación que ha afectado a todos los hogares europeos.

Mientras los ciudadanos afrontan la crisis, la extrema derecha europea ha prosperado. Con la victoria en 2022 de la italiana Giorgia Meloni y luego de Geert Wilders en los Países Bajos en 2023.

Y están asomando la cabeza en otros países. En Alemania, el poco éxito económico del canciller Olaf Scholz ha disparado el crecimiento de los ultraderechistas de la Afd.

"Existe una correlación entre el ascenso de las fuerzas populistas y las crisis económicas y financieras", explica Thierry Chopin, politólogo del Instituto Jacques Delors, a France24.

"La derecha radical hoy explota significativamente el sentimiento de empobrecimiento" y el "muy fuerte pesimismo" entre los votantes, afirmó Chopin.

A pesar de que la inflación está cayendo las mejoras solo empezarán a ser visibles después del verano. Por lo que no llegarán a tiempo para las elecciones europeas del 6 al 9 de junio, donde la ultraderecha amenaza con controlar las instituciones europeas. 

Casi tres de cada cuatro europeos creen que su nivel de vida caerá este año. És más, uno de cada dos dice que ya se ha deteriorado, según la encuesta Eurobarómetro del Parlamento Europeo publicada en diciembre. Alrededor del 37 por ciento de los participantes en la encuesta dijeron que tenían dificultades para pagar sus facturas.

Los cierres de fábricas están aumentando en la industria automovilística, especialmente en Alemania, el país más poblado de Europa y con mayor peso en las elecciones europeas. 

Entre noviembre y enero, el fabricante de repuestos para automóviles Bosch dijo que recortaría 2.700 puestos de trabajo. Mientras, ZF cerró una planta que empleaba a 700 personas y Continental anunció que eliminaría miles de puestos de trabajo administrativos.

"La industria alemana se ve muy afectada por los altos precios de la energía y sufre la transición eléctrica en la industria del automóvil", explica Charlotte de Montpellier, economista del banco ING.

La ultraderecha podría ser la tercera fuerza en las elecciones europeas

Varias encuestas han mostrado un fuerte aumento de los partidos de extrema derecha que pertenecen al grupo Identidad y Democracia (ID). Este grupo parlamentario europeo incluye la Agrupación Nacional de Francia liderada por Marine Le Pen, el partido alemán AfD, el Vlaams Belang de Bélgica, el FPO de Austria y Vox en el caso de España.

El grupo ID podría convertirse en el tercero más grande del Parlamento Europeo, superando al grupo liberal, que podría desplomarse con la derecha radical en ascenso.

La subida de ID irá acompañada con la del otro gran grupo de ultraderecha, los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR). Esta formación incluye al partido de Meloni, Vox, y grupos de Polonia. 

La "gran coalición" que reúne a los conservadores del PPE, los socialdemócratas y los liberales "debería seguir siendo mayoritaria en el Parlamento Europeo, pero sin duda se verá debilitada", afirma el experto Chopin.

Un estudio del grupo de expertos Consejo Europeo de Relaciones Exteriores dijo que la coalición podría ganar el 54 por ciento de los escaños este año, en comparación con el 60 por ciento que tiene actualmente.

La extrema derecha ya está ejerciendo presión sobre las instituciones de la UE, por ejemplo, apoyando la revuelta de los agricultores en las últimas semanas.

Si sale fortalecida de la votación de junio, la extrema derecha probablemente impulsará una política migratoria más dura.y cambiaría totalmente la legislación en ciertas áreas, especialmente el medio ambiente. Además, sería el fin de la política de inmigración en la UE.