Con una trayectoria llena de éxitos en la gran pantalla, el actor catalán Carlos Cuevas se adentra en el mundo del teatro con un papel controvertido y desafiante: interpretar a uno de los violadores de La Manada en la obra "Jauría" de Jordi Casanovas.
A pesar de ser reconocido por su apariencia de "chico bueno", Cuevas ha demostrado su versatilidad al interpretar personajes oscuros y complejos, como lo hizo en la serie de Netflix "Alguien tiene que morir", donde encarnó a un joven atrapado en una espiral de toxicidad masculina y odio.
El actor se sumerge en la preparación de sus roles con un profundo compromiso, devorando libros y documentándose sobre temas relevantes, incluyendo las masculinidades tóxicas.
Recientemente, Cuevas compartió en sus redes sociales una foto de sus lecturas actuales, destacando el último libro de Clara Serra, una reconocida filósofa feminista y activista, exdiputada de la Asamblea de Madrid y fundadora de Podemos.
La relación entre Cuevas y Serra, que se mantiene discretamente fuera del foco mediático, ha despertado el interés de los seguidores del actor, quienes observan con admiración el activismo y la influencia de su pareja.
A pesar de su discreción, el actor ha dejado claro su aprecio por el trabajo y las ideas de Serra, resaltando su compromiso con el activismo social y los derechos humanos.
La pareja, que reside en Barcelona, continúa su vida juntos en armonía, combinando sus diferentes trayectorias profesionales y perspectivas enriquecedoras.
Carlos Cuevas y Clara Serra, una pareja que desafía las convenciones y encuentra la felicidad en su complicidad y amor mutuo, representan una unión única y significativa en el mundo del arte y la política.