La infanta Cristina sigue muy ligada a Barcelona. A pesar de que huyera de la ciudad tras conocerse los casos de corrupción de su exmarido Iñaqui Urdangarín, su hijo Pablo sigue viviendo en la capital catalana.
Cristina no puede residir habitualmente en Barcelona, ya que se vería obligada a declarar su fortuna a Hacienda. Por tanto, solo viene a la ciudad de visita y reside, por ley, menos de 183 días al año.
Tras vender su inmueble donde vivía con Urdangarín y sus hijos, el conocido como "palacete de Pedralbes", la infanta suele pernoctar en hoteles de lujo de la zona alta de Barcelona.
Su primer refugio fue el AC Victoria Suites Hotel, situado en la calle Beltrán i Rózpide, pero la prensa se enteró y el lugar cada vez fue menos discreto, por lo que ha decidido cambiar de hotel.
Ahora la prensa sitúa a la infanta Cristina en un hotel mucho más pijo y discreto, situado en el Paseo Manuel Girona, entre Avenida Pedralbes y Doctor Ferrán, el Upper Diagonal. Se trata de un edificio bajo con un restaurante discreto.
Además, la infanta utiliza el restaurante para reunirse con su hijo Pablo, el único que aún vive en Barcelona. Cristina habitualmente busca discreción cuando sale por la capital catalana, quiere vivir su vida sin el constante estrés de tener las cámaras detrás.
Y esto es lo que ofrece el Hotel Upper Diagonal: una terraza tranquila, alejada del tumulto de la ciudad y sobre todo, alejada de las clases populares. Este hotel solo es visitado por personas de Barcelona con un perfil económico elevado.
La infanta suele quedar con su hijo Pablo en el restaurante de este hotel. Siempre va muy discreta, para pasar desapercibida, y cenan en horario europeo para no encontrarse con los demás comensales.
Si algún día estáis paseando por la calle Manuel Girona y os encontráis a una mujer con pinta de espía del Inspector Gadget y acompañada de un joven de unos 20 años, probablemente sea la infanta Cristina con su hijo.