El colectivo de cocineras de los parvularios municipales de Barcelona ha alzado la voz. Y lo ha hecho para solidarizarse con 80 compañeras que llevan un mes sin cobrar su nómina. Esto se debe a que la empresa que las tenía contratadas (y que presta el servicio a 42 centros) se ha declarado en concurso de acreedores.
"En cada centro hay 1 cocinera y 1 ayudante", explican a Catalunya Press desde el sindicato CGT. En este caso, pues, las personas afectadas son esta ochentena de trabajadoras de varios centros públicos de la capital de Catalunya.
Hartas, decidieron organizar una concentración en la plaça de Sant Jaume el pasado lunes 19 de febrero. Entre sus demandas, piden que el Ayuntamiento recupere la gestión del servicio.
Desde CGT explican que el servicio está en manos privadas desde la década de 1990. "Únicamente quedan 4 cocineras contratadas por los centros, que no sean de alguna empresa", añaden desde el sindicato.
Las reivindicaciones
En un manifiesto, las cocineras dejan claro cuáles son sus reivindicaciones. Exigen "el pago puntual de las nóminas", cobrar "el plus de responsabilidad", que las formaciones se hagan en horario laboral o que sean remuneradas, equipos de primera intervención (EPIs) y material en buenas condiciones y el calendario laboral, para poder elegir vacaciones.
Estas peticiones están recogidas en un manifiesto que han hecho llegar a las instituciones barcelonesas. "Queremos llevarlo también a la Comisión de Derechos Sociales", detallan desde el sindicato.
De hecho, el pasado lunes 19 pudieron reunirse con el grupo de Esquerra Republicana. "No quedaba nadie más en el Ayuntamiento", explican. Del mismo modo, las trabajadoras tienen pendiente encontrarse con Barcelona en Comú.
Sin embargo, por ahora no han podido reunirse con Jaume Collboni. "Hemos enviado 3 cartas abiertas a todos los grupos y a la Sindicatura de Greuges", aseguran. El próximo paso, apuntan, es hacerlo vía instancia. "No nos quedaremos paradas", aseguran.
"Que las empresas no se lucren"
El sindicato asegura que, en última instancia, el gobierno municipal debería recuperar la gestión del servicio. Esta es una reivindicación compartida por varios sectores y profesiones, y ahora también por las cocineras.
"Si está en manos privadas, quien se lucra son las empresas", concluyen desde la CGT. El sindicato apunta, sin embargo, que "la situación de las cocineras, a nivel sindical, es complicada".