Medusas en la Playa de Roses

VÍDEO: Una plaga de una medusas lilas y luminosas invade la bahía de Roses

La especie predominante en esta invasión es la Pelagia noctiluca

Las altas temperaturas de este fin de semana han atraído a multitudes de bañistas a las playas de la Costa Brava, pero también han desencadenado una invasión de medusas. Imágenes virales han capturado la sorprendente presencia de cientos de medusas en la arena de la bahía de Roses, convirtiéndose en tema de conversación en las últimas horas.

Usuarios en redes sociales han compartido fotografías y vídeos mostrando la gran cantidad de medusas en la costa, lo que ha obligado a muchos bañistas en la cala Montjoi, cercana al renombrado restaurante Bulli de Ferran Adrià, a mantenerse alejados del agua. También se han visto afectadas las playas de Canyelles Petites y Almadraba. 

Expertos advierten que la combinación de sequía y altas temperaturas contribuye a estos episodios cada vez más frecuentes de medusas invadiendo las zonas de baño. Josep Maria Gili, investigador del Instituto de Ciencias del Mar, señaló en una entrevista con RAC1 que la escasez de lluvias ha alterado las condiciones del agua en la costa, haciéndolas más similares a las del mar abierto, donde estas criaturas son más comunes.

La especie predominante en esta invasión es la Pelagia noctiluca, caracterizada por su transparencia con puntos lilas o magenta y tentáculos largos y delgados. Estas medusas, altamente urticantes, representan entre el 60% y el 70% de las picaduras en playas según Gili.

Estas medusas también son conocidas porque de noche brillan entre las olas donde irradian una luz que es fosforescente, es decir es bioluminescente.

El cambio climático está exacerbando el problema de las medusas. El aumento de las temperaturas y la sequía prevista como resultado del cambio climático harán que estos episodios de invasión de estos animales sean aún más comunes en el futuro, advierte Gili.

Este fenómeno también se vincula con el ciclo reproductivo de las medusas, que tiende a intensificarse en primavera y verano. La combinación de estos factores sugiere que los encuentros con medusas en las playas podrían convertirse en una realidad más persistente en los próximos años.