Una manifestación del 8 de marzo

Mujeres y discapacidad, romper el techo estructural

Artículo de opinión de la responsable de la Concejalía de Salud, Personas con Discapacidad y Estrategia contra la Soledad del Ayuntamiento de Barcelona

Los estereotipos de género, prejuicios e ideas preconcebidas son barreras invisibles que han impedido históricamente que las mujeres progresemos y conquistamos las esferas del poder económico, político y cultural.

Por este motivo, el lema de la campaña que el Ayuntamiento de Barcelona ha preparado para este 8 marzo es "Rompamos el techo de cristal", porque queremos que las niñas de hoy sean las cabezas de mañana.

Pero al incorporar la perspectiva interseccional y visibilizar los otros ejes de discriminación que actúan de forma interrelacionada con el género constatamos que se configura un sistema de opresión múltiple.

Esto es exactamente lo que ocurre con las mujeres con discapacidad. No sería justo hablar de un techo de cristal cuando en realidad se enfrenta a un techo estructural.

No se trata de casos individuales, sino de un fenómeno socialmente construido. Las mujeres con discapacidad viven a menudo apartadas del ámbito público, confinadas en el espacio doméstico y alejadas de los procesos de toma de decisiones. Además de enfrentarse a todos los prejuicios que tradicionalmente operan en contra de las mujeres, también deben luchar contra el capacitismo.

Más de la mitad de personas con discapacidad de la ciudad de Barcelona son mujeres, un 55,6%, pero si vamos al ámbito laboral constatamos que sólo el 43,9% de la población activa con discapacidad son mujeres.

Además, la contratación de personas con discapacidad es menor en el caso de mujeres. Esta diferencia se registra tanto en el mercado ordinario, donde 1.474 contratos corresponden a hombres en comparación con los 1.113 contratos suscritos por mujeres, como en los centros especiales de trabajo, donde se registran 3.600 contratos de hombres respecto a los 2.519 contratos a mujeres.

En cuanto a la tasa de paro, el 56% de las personas con discapacidad en paro son mujeres.

El Gobierno Municipal, a través del Instituto Municipal de Personas con Discapacidad, trabaja por garantizar la independencia de las mujeres con discapacidad, el respeto a sus derechos, la promoción de su inclusión y el fomento de su autonomía.

Por la celebración de este 8 de marzo se ha trabajado tanto en asegurar la participación de las mujeres con discapacidad en los actos, como en garantizar la accesibilidad universal de los eventos.
El IMPD también forma parte de la Unidad de Transversalidad de Género del Área de Derechos Sociales del Ayuntamiento de Barcelona donde se trabajan aspectos como la formación, los sistemas de información con datos desagregados por sexo y la incorporación de la perspectiva de género en los planes, programas y proyectos.

También se trabaja en la organización de charlas, diálogos y conferencias en los centros cívicos de la ciudad.

La violencia que sufrimos las mujeres no hace salvedades con el sector de la discapacidad. Por este motivo, el IMPD forma parte del Circuito Barcelona contra la Violencia Machista, donde se ha trabajado conjuntamente con el Centro Joven de Atención a las Sexualidades en el contenido de la guía de recomendaciones para la detección y atención de las violencias sexuales en hacia las mujeres jóvenes con discapacidad intelectual.

Tenemos un largo camino por recorrer, pero mantenemos nuestro compromiso por transformar entornos, erradicar prejuicios, romper estereotipos y respetar voluntades.

Continuaremos trabajando para superar los modelos puramente asistenciales del pasado y avanzar hacia un enfoque basado en derechos humanos.

De esta forma estaremos cada vez más cerca de construir el modelo de ciudad inclusiva, democrática e igualitaria que queremos por Barcelona.