El candidato de Junts+ Puigdemont per Catalunya a las elecciones catalanas del próximo 12 de mayo, Carles Puigdemont, ha afirmado que no negociará "nunca con ninguna formación de derecha extrema ni de ultraderecha".
Del mismo modo, aseguró que sus pactos preferentes serían con Esquerra Republicana, lo que podría llevar a reeditar el pacto de gobierno entre las dos formaciones (si el resultado del 12 de mayo lo permite) que se alcanzó en 2021, en las últimas elecciones al Parlament de Cataluña.
El expresidente de la Generalitat, que actualmente está en Bélgica, hizo estas declaraciones en una entrevista concedida al canal 3/24 tras ser preguntado por la petición del candidato del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), Salvador Illa, acerca de un pronunciamiento de los partidos en referencia a pactos con la extrema derecha.
Puigdemont quiso destacar también que "me gustaría que Salvador Illa fuese tan claro cuando hable de Vox, porque yo le he visto votar con Vox en el Parlamento Europeo la retirada de mi inmunidad, por ejemplo".
Cuestionado sobre el rol que pueda jugar en la próxima legislatura Alhora el partido impulsado por la exconsellera y eurodiputada de Junts Clara Ponsatí y el profesor, filósofo y periodista Jordi Graupera, apuntó que "si soy un defensor de la unidad, precisamente lo que no haré será estar contento cuando hay mucha más oferta cultural que ayuda a fragmentar la opción independentista".
Del mismo modo, el número 1 de Junts puso sobre la mesa que, ante la posibilidad de liderar un gobierno, la primera persona a la que llamará será al presidente de la Generalitat y candidato de ERC a la reelección, Pere Aragonès: "Creo que hay muchos más comunes denominadores de los que nos imaginamos o queremos reconocer".
"No hemos venido a arreglar los problemas de gobernabilidad en España. Quien gobierne en España para mí es secundario, a mí me interesa negociar con quien tenga poder en España", ha dicho, al ser preguntado por una posible pérdida del PSOE como actor con quien negociar, si Junts retira el apoyo al Gobierno de Pedro Sánchez, en el caso de que el PSC impida un gobierno independentista en Cataluña.