Allhora, la candidatura de Clara Ponsatí y Jordi Graupera a las elecciones al Parlament de Cataluña ha presentado un plan de choque para el catalán con 6 medidas diferentes. La más destacada es la propuesta de sustituir la actual inmersión lingüística en catalán, que dicen que no funciona, por una doble red educativa según lengua.
"La política catalana vive de la ficción de que existe la inmersión lingüística: es falsa desde hace décadas; las mismas que nuestros políticos, en un momento demográficamente complejo, han hecho de la inacción su día a día", asegura la exconsellera en un comunicado. Para arreglarlo, dice, hace falta cambiar el modelo educativo del país.
Pla de xoc per la llengua d'Alhora
"Así pues, proponen una nueva red escolar que garantice el derecho a una educación al 100% en catalán para todas las familias que lo deseen, sin distinciones de origen o extracción social. Al mismo tiempo, afirman que actualmente la inmersión solo se practica efectivamente en el 15% de las escuelas y el 17% de los institutos, y consideran que con un modelo según redes aumentaría hasta un 30%. El modelo, dicen, no consistiría en una doble línea en cada escuela, sino en una doble red con escuelas diferenciadas en todo el país. 'La razón de apostar por la doble red se hace desde la convicción de que la inmersión lingüística solo es efectiva si excede los límites del aula y se extiende a patios, comedores y al resto de espacios de la vida lectiva del alumnado del país', dice Ponsatí.
Para reforzar el catalán en las escuelas donde no se practique una inmersión en catalán, proponen realizar evaluaciones externas del nivel de catalán y ofrecer incentivos de financiamiento para las escuelas que alcancen los objetivos establecidos. El objetivo final, dice el partido, es devolverle el prestigio a la escuela catalana, haciéndola garante de los derechos y las oportunidades de los alumnos.
El plan de choque para el catalán de Alhora también propone cursos de lengua y cultura catalanas remunerados para las personas que no hayan sido escolarizadas en catalán, la incorporación de hasta 5.000 profesores nuevos de lengua catalana en los próximos diez años, la exigencia del conocimiento y uso del catalán por parte de todos los servidores públicos, la extinción de subvenciones para producciones y medios de comunicación que no sean íntegramente en catalán y el favorecimiento de las empresas que prioricen la comunicación en catalán con trabajadores y clientes."