Si hay un compañero de profesión periodística que conoce a fondo las bambalinas del mundo literario éste es, sin duda, Sergio Vila-Sanjuan que desde 1977 viene ejerciendo con plena competencia la información cultural y muy particularmente la referida al mundo del libro y de las letras. Que por cierto contempla desde las dos vertientes. Desde luego y principalmente, como periodista, peor también como autor de varias novelas publicadas exitosamente. Su inquietud le ha llevado a introducirse también en la creación dramática con “La agente literaria”, una comedia en la que fabula sobre este tipo de profesional que tan arraigado protagonismo ha adquirido en estos últimos tiempos y que se estrena en el teatro Akadèmia en el momento más oportuno del año: coincidiendo con la celebración del día del libro.
Sergio nos recordó las fuertes vinculaciones de Barcelona con el mundo del libro que ha proyectado el eco de la ciudad condal sobre el amplio universo de habla hispana y, dentro de este sector, puso de relieve el papel crecientemente importante de la figura del/la agente literario/a. En realidad, de “la” agente, pues en este oficio es claramente detectable la absoluta mayoría de mujeres, un tipo de personaje particularmente sugestivo porque suele dar lugar a a personalidades potentes, amorosas, sugestivas, muy queridas por los autores, pero también autoritarias y, desde luego, temidas por los editores”.
Le preguntamos si en el momento de ponerse a escribir tuvo presente algún nombre concreto, pero nos aclara que no. Se ha inspirado, en efecto, en mujeres que ha conocido, pero cuyos rasgos se entremezclan en los personaje de esta comedia. Lo mismo ocurre con los autores que se citan, todos ellos imaginados, menos una referencia puramente circunstancias a Borges.
En “La agente literaria” plantea también otra cuestión y es la referida a las dos formas de ver el mundo: la propia de la persona madura con una ética y un amor por la literatura muy acendrado y la otra, más joven y, por ende, más dispuesta atender las necesidades del mercado y a ejercer su profesión con las técnicas propias de la venta de cualquier producto, por lo que no le hace ascos a la banalidad.
Vila-Sanjuan ha sido testigo de numerosas anécdotas que le han inspirado ciertamente algunos pasajes de esta obra, por lo que ésta bien puede considerarse como el resultado de una larga y fecunda vida profesional. Alguna de ellas la ha vivido como protagonista, como cuando acudió a firmar una de sus novelas junto a Joaquín Sabina. “Vinieron a comprar el libro mi madre y algunos amigos, mientras veía como Sabía despachaba el suyo a docenas. Al final se compadeció mí y tuvo la atención de comprarme él mismo un ejemplar para que se lo dedicara”. En todo caso, está muy satisfecho de su experiencia dramática, entre otras razones porque resulta mucho menos complicada que la creación narrativa: ”Escribir una novela me cuesta dos o tres años, en cambio el teatro es mucho más liviano y divertido”.
Lina Lambert encarna a la agente literaria y, a la vez, es la directora de este montaje en el que ha contado con la colaboración de Alicia González Laa y Lluïsa Mallol.
“La agente literaria” es la tercera producción propia en esta temporada del teatro Akadèmia que, por cierto, está resultando brillantísima. En su producción anterior obtuvo un 98 % de ocupación, lo que no es una casualidad, sino el fruto del esfuerzo de este pequeño y acogedor espacio escénico y de su alto nivel de exigencia y calidad.