Obra de teatro de 'El Alimento de las moscas' delante de un telón

'El alimento de las moscas', monólogo sobre la soledad de un asesino demente (Fénix)

Un monólogo de Eduardo Calonge sobre la sensación de soledad en la que discurre la vida del desequilibrado que vive en soledad la culpa del crimen que ha cometido

A diferencia del teatro comercial, al que acudimos con una percepción más o menos clara del espectáculo que vamos a ver, cuando el espectador acude a cualquiera de las numerosas salas teatrales de proximidad que funcionan actualmente en Barcelona debe hacerlo con el espíritu abierto a la recepción de sorpresas o sensaciones inéditas porque es en ellas donde encuentran su acomodo natural propuestas rupturistas y experiencias novedosas. Justamente es el caso de la que se ofrece en la sala Fénix de la calle Riereta donde Kabla Teatro presenta el monólogo de Eusebio Calonge “El alimento de las moscas”.

Calonge propone un ejercicio de introspección sobre el sentimiento de culpa que puede albergar un individuo cuya capacidad mental parece seriamente disminuida y que ha perpetrado un homicidio. Ahí es nada la responsabilidad de Arnau Marín debe subsumirse durante una hora en la piel y en la mentalidad de un alienado. Más aún: tiene que hacerlo de forma convincente, lo que quiere decir que ha de evitar tanto la exageración actoral, como la caricatura. Todo ello en un espacio como el de la sala Fénix, en el que el contacto con el público es tan directo que los espectadores pueden llegar a percibir el hálito del actor, quien no cuenta en este caso más herramientas que un único elemento decorativo que puede utilizarse como mesa, mampara, cama o pasillo por el que discurre el demente. Un espacio concebido por Borja Ruiz que es, asimismo, el director de la función en la que adquiere una función ni menos relevante el diseño de iluminación a cargo de David Alcorta.

“El alimento de las moscas” no es un texto fácil, ni para el intérprete, ni para el espectador y por ello resulta impactante, al punto de que es sin duda uno de esos espectáculos que acaba dejando huella en nuestro recuerdo y nuestra propia conciencia.