Bad Bunny en un concierto

Bad Bunny estrena su gira mundial con polémica

El artista puertorriqueño arrancó este jueves su gira por Estados Unidos, y hubo un detalle que no se pasó por alto

Este jueves arrancó el 'Most Wanted Tour' de Bad Bunny por Estados Unidos. Esta gira abarcará 33 ciudades y contará con 47 conciertos, finalizando el próximo 26 de mayo en el Kaseya Center de Miami.

Su último álbum, 'Nadie sabe lo que va a pasar mañana', tiene como leitmotiv al puertorriqueño montado encima de un caballo... y es precisamente así como entró en el recinto.

Este gesto no ha sido del todo bien aceptado por los usuarios de las redes sociales. "El caballo no quiere estar ahí", "qué triste, ¿en serio el caballo ahí es de vital importancia?", "los animales no son simples accesorios", "si esto no es maltrato animal...", dicen algunos comentarios en Twitter.

Los seguidores de Bad Bunny podrían haberse olido esta 'entrada triunfal', ya que el cantante puertorriqueño explicó en una entrevista que "entrar a caballo en un concierto" era uno de sus sueños. 

Sin embargo, no todo el mundo lo ha visto bien.

¿Cómo actúa un caballo?

Hay que tener en cuenta que un caballo no es un animal con el que se pueda contar asiduamente para conciertos, ya que el animal no se lleva bien con los ruidos altos. 

Estas pueden ser las afectaciones que pueden sufrir: 

  • Estrés y ansiedad: Los caballos son animales muy sensibles a su entorno y pueden asustarse fácilmente con ruidos fuertes e inesperados. Esto puede causar estrés y ansiedad en el animal, lo que puede manifestarse en comportamientos nerviosos como temblores, sudoración excesiva, nerviosismo y dificultad para relajarse.
  • Respuesta de lucha o huida: Los ruidos fuertes pueden desencadenar la respuesta natural de lucha o huida en los caballos. En la naturaleza, esta respuesta ayuda a los caballos a escapar de situaciones peligrosas, pero en entornos controlados como establos o áreas de entrenamiento, puede ser problemático si los caballos intentan huir de manera brusca, lo que puede resultar en lesiones tanto para el animal como para las personas cercanas.
  • Alteraciones en el comportamiento: Los caballos expuestos regularmente a ruidos altos pueden desarrollar cambios en su comportamiento a largo plazo. Pueden volverse más nerviosos, menos dispuestos a trabajar o menos receptivos a las órdenes del jinete.
  • Problemas de salud: La exposición prolongada a ruidos altos puede afectar la salud auditiva de los caballos, al igual que afecta a los humanos. Puede causar daño auditivo y aumentar el riesgo de desarrollar problemas de comportamiento y estrés crónico.