Dani Alves, el reconocido exfutbolista brasileño, continúa en libertad provisional después de abonar la suma de un millón de euros para salir de prisión, a pesar de haber sido condenado por violación.
La Sección 21 de la Audiencia de Barcelona ha reafirmado su decisión de mantener en libertad al deportista mientras se evalúan los recursos presentados contra la sentencia que lo sentenció a cuatro años y medio de cárcel por agresión sexual.
En un comunicado emitido este miércoles, el tribunal ha rechazado los recursos interpuestos tanto por la Fiscalía como por la acusación particular, los cuales solicitaban la revocación de la libertad provisional bajo el pago de la mencionada fianza millonaria.
La resolución judicial sostiene que "el propósito de la prisión provisional no puede, bajo ninguna circunstancia, consistir en anticipar los efectos de una posible pena que pudiera ser impuesta al acusado, ya que de ser así, la privación de libertad excedería los límites constitucionales estipulados en el artículo 17 de la Constitución Española, que garantiza el derecho de toda persona a la libertad, estableciendo que nadie puede ser privado de ella excepto en los casos y formas determinados por la ley".
En cuanto al argumento relacionado con el riesgo de fuga, presentado por las acusaciones en contra de la decisión de otorgar la libertad provisional bajo fianza, el tribunal considera que "todas las circunstancias ya han sido evaluadas en la resolución impugnada, incluyendo los lazos familiares del acusado, sin que se haya presentado ningún elemento nuevo que justifique su reconsideración. Además, este no es el momento adecuado para valorar, como lo menciona el Ministerio Fiscal en uno de los recursos, las diversas declaraciones del acusado durante la instrucción, ya que esto fue objeto de análisis en la sentencia que resultó en su condena".
Cabe destacar que Dani Alves salió de prisión provisional el pasado 25 de marzo, tras abonar la fianza estipulada y entregar sus dos pasaportes. Previamente, había permanecido 14 meses en la cárcel de Brians 2 en Barcelona, en relación con este caso.
La puesta en libertad provisional y la condena de poco más de cuatro años fue motivo de indignación para gran parte del movimiento feminista, alegando que "violar salía muy barato" cuando el individuo tendía mucho dinero.