Portada del libro "Salvador Seguí El Noi del Sucre" de Ferran Aisa, con estanterías llenas de libros en el fondo.

Ferràn Aisa biografía al anarcosindicalista Salvador Seguí “Noi del Sucre”

La fuerte personalidad de este dirigente obrero de la CNT ha dado lugar a diversas biografías

El movimiento obrero español ha vivido muchos momentos difíciles y uno de ellos, posiblemente el más arriesgado de todos, fue el de los “años del pistolerismo” cuando la patronal decidió contrarrestar la actividad de los sindicatos y organizaciones obreras con la peor herramienta que podía utilizar: el asesinato de sus adversarios. Fueron los años del pistolerismo en Barcelona que se iniciaron en 1919 a partir de la huelga de La Canadiense y se extendería durante los años siguientes. Muchos obreros cayeron en esta batalla, pero entre ellos destaca el de Salvador Seguín, más conocido como “Noi del Sucre”, activo propagandista y promotor de acciones en defensa de los intereses de los trabajadores, que sufrió prisión en reiteradas ocasiones y fue asesinado en compañía de Francisco Comas Pagés “Paronas” e, el Barrio Chino de Barcelona el 10 de marzo de 1923.

La singularidad de este dirigente obrero ha suscitado el interés de muchos historiares que le han dedicado varias biografías a las que ahora se suma “Salvador Seguí, el Noi del Sucre. Anarcosindicalisme i pistolerisme a Barcelona” (Base) de Ferràn Aisa, en la que este autor hace acopio de la bibliografía disponible y la utiliza con largueza. Cita reiteradamente las obras de Cruells, Llarch, Huertas Clavería y Dalmau, pero también las memorias y testimonios que escribieron otros destacados personajes del movimiento obrero como Foix, Buenacasa, Samblancat, Pestaña, Salut, Plaja, Viadiu o Ricardo Sanz.

Aisa explica que el mote de “Noi del Sucre” tuvo un origen muy discutido. Hay quien dice que Seguí lo recibió cuando siendo adolescente y trabajando como camarero en un café, se comía los terrones de azúcar y otros que porque trabajó en una empresa azucarera. También se arguyó que recibió dicho mote cuando en sus años mozos se tomó la libertad de interrumpir el discurso de un viejo dirigente y que alguien se lo reprochó diciendo “como te atreves si no eres más que un niño de azúcar”. En todo caso, Salvador siempre se sintió orgulloso del mote y no solo no lo ocultó, sino que lo utilizó para firmar artículos.

Seguí se caracterizó por ser un dirigente obrero nada edulcorado, sumamente combativo, de formación autodidacta y capaz de desarrollar una intensa actividad. Fue uno de los promotores de la creación de la Solidaridad Obrera, precedente de la Confederación Nacional del Trabajo y cuando ésta empezó a funcionar presidió el Comité Regional de Cataluña. Asimismo, participó muy activamente como directivo en el Ateneo Sindicalista y cultivó amistades ilustres, tales el abogado Layret -a su vez víctima del pistolerismo-, Companys, Aiguader, incluso Eugenio d’Ors cuando se interesó esta línea ideológica, aunque también tuvo otros menos recomendables como el siniestro Manuel Escorza.

El texto de Aisa es, por consiguiente, un compendio de biografías que compila adecuadamente y que sin duda será de utilidad para dar a conocer mejor a este personaje que forma parte ya por derecho propio de la historia del movimiento obrero español.