Portada 'Sexe fora de norma'

La imaginación al servicio del placer erótico en trece cuentos ('Sexe fora de norma')

Trece cuentos feministas escritos, excepto dos de ellos, por mujeres y que ponen el acento en la imaginación y el humor como eje del disfrute del placer erótico

La naturaleza es sabia y ha hecho que la cobertura de ciertas necesidades humanas básicas como la alimentación o la reproducción, que son sin duda repetitivas y corren por ello el peligro de resultar cansinas, puedan ser enriquecidas con la imaginación.

La primera ha encontrado la clave en el arte culinario, que ha alcanzado exquisiteces sublimes en todo tiempo y lugar, mientras que la segunda ha padecido durante siglos menos innovaciones.

Pero también es cierto que algunas personas selectas y, sobre todo no pocos escritores, han propuesto nuevas e inéditas formas de hacer del sexo toda una ceremonia pletórica de innovaciones y capaz de aumentar el tiempo, la intensidad y el tono del placer erótico.

Y hay que reconocer que en los tiempos que corren se han alcanzado altas cotas a este respecto con la adquisición de un creciente protagonismo por parte de la mujer que en otras épocas estuvo sometida a un papel mucho más pasivo.

Con “Sexe fora de norma. Sexe i humor” (Raig Verd) y como dice en su introducción Marina Castro, se “ha volgut barrejar la sexualitat amb l’humor i la diversió; don gèneres que semblen antagònics, però que en realitat formen part del plaers de la vida. Els adults no tenim gaires àrees on jugar… el nostre cos i sexualitat és una de les que queda preservada, i és important que no ho convertim en una activitat monótona”.

La propuesta resulta, a todas luces, original: hacer del ejercicio sexual una liturgia que supere las invisibles, pero a veces frustrantes, barreras del sexo convencional y que se haga de forma divertida, evitando el trascendentalismo y utilizando el buen humor.

En fin, que vaya más allá de la penetración o la posesión y, sobre todo, del dominio. A ello se han puesto trece autores diferentes, puesto que se trata de una obra coral: todos ellos mujeres, menos dos, que son hombres, lo que yan visión muy diversa de cómo puede celebrarse el sexo sin complejos, escrúpulos o sentimientos de culpa.

Puede ser el caso del matrimonio longevo que trata de buscar sensaciones inéditas (“Meu! fa le pirata”), el descubrimiento del sexo a través de la hipnotización (“Circ de dones”), la búsqueda del morbo en los lavabos públicos (“Verset de Nadal”), el reencuentro del placer tras la viudez (“L’oasi”), también la pura masturbación (“Adeu, Barbieland”) o la utilización de juguetes, lo que puede conducir a un final desopilante (“Joguines”) y acaso el placer de hacerlo en el ascensor o sobre el suelo (“Follar-nos i cuidar-nos”).

Aunque si me preguntan mis cuentos preferidos diría que “De prínceps i princeses”, un relato fantástico sobre los sueños sexuales que se le ocurre a una bibliotecaria; o “Delícies”, en cuyas páginas el placer sexual se entrelaza felizmente con el gastronómico y una de las coparticipantes es capaz de encontrar en la voz de la otra -por cierto, locutora de radio- un morbo sensual que le recuerda el aroma del sofrito o el olor del chocolate caliente. Una afortunada simbiosis entre dos formas de expresión del placer humano.