Dos tercios de los docentes que trabajan en Cataluña (2 de cada 3) han sufrido, en algún momento de su trayectoria profesional, una agresión por parte de algún estudiante. Sea física o verbal.
Este es el preocupante dato que se desprende de una encuesta que el sindicato Unió Sindical de Treballadors de l'Ensenyament de Catalunya (USTEC) ha hecho entre miles de profesionales de la docencia en Cataluña.
Esto confirma la preocupante tendencia que, a finales del año pasado, puso sobre la mesa otro sindicato, en este caso la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), que todavía elevaba más la cantidad en el caso concreto de los profesores de ESO de colegios públicos; en este caso concreto se elevaba a un 79%.
USTEC tiene previsto ampliar y desglosar todavía más los datos que ha recopilado tras hablar con profesionales catalanes de la docencia en las próximas semanas.
Cada vez más profesores piden ayuda
La portavoz de USTEC, Iolanda Segura, ha expresado su preocupación por el aumento de docentes que buscan ayuda debido a agresiones, un fenómeno que ha crecido de forma significativa desde el inicio de la pandemia.
Segura señala también que el sindicato proporciona orientación a los docentes afectados sobre cómo proceder, especialmente en casos de agresiones físicas, recomendando la denuncia ante los Mossos d’Esquadra, una medida que la mayoría sigue.
Protocolo de actuación
Pero con estos datos en la mano (y en conocimiento del público), el sindicato exige ir más allá. Por eso, Segura insta al Departament de Educació de la Generalitat a desarrollar un protocolo de actuación para estos casos, ya que ni las direcciones escolares ni los propios afectados saben cómo actuar actualmente, y considera que no es responsabilidad exclusiva del sindicato abordar esta cuestión.
¿Cómo podría plasmarse eso? Una de las posibilidades sería que se desarrollara una app que estuviera a disposición de los docentes y que pudieran usar en caso de verse inmersos en alguno de estos episodios.
El sindicato lamenta que la Generalitat únicamente toma medidas "después de una agresión grave y luego las olvida". Además, ha denunciado que las agresiones verbales de alumnos a profesores "no se toman en serio" y se consideran simples travesuras de niños.