Un estudio reciente realizado por la escuela de negocios TBS Education-Barcelona ha revelado que Cataluña mantiene su posición como la comunidad autónoma con mayor preferencia por los matrimonios civiles desde 2013. Según los datos recopilados, esta tendencia ha ido en aumento, mostrando una diferencia cada vez más marcada entre los matrimonios civiles y religiosos en la región.
En 2013, las bodas religiosas representaban solo el 17% del total, mientras que las civiles constituían el 83%. Estas cifras han experimentado un cambio significativo en los últimos años. Para el año 2022, las bodas civiles han ascendido hasta alcanzar el 90%, mientras que las religiosas han descendido al 10%, lo que significa que solo 1 de cada 10 bodas en Cataluña son religiosas.
Este fenómeno no es exclusivo de Cataluña, ya que otras comunidades autónomas también han experimentado cambios similares, aunque a diferentes ritmos. Por ejemplo, Extremadura, que en 2013 tenía una diferencia de solo dos puntos porcentuales entre bodas religiosas y civiles, ha visto cómo esta brecha se ha ampliado considerablemente, con un 29% de bodas religiosas y un 71% de bodas civiles en la actualidad.
El doctor Edgar Sánchez, experto en Comportamiento del Consumidor y Neuromarketing, ha investigado posibles correlaciones entre el tipo de matrimonio y el PIB per cápita. Sus hallazgos sugieren que en un 47% de las comunidades autónomas, existe una correlación alta entre ambos factores. Sin embargo, advierte que se debe tener precaución al interpretar esta conclusión, ya que el PIB no es un indicador directo de ingresos.
A nivel nacional, el estudio revela que España tiene una de las tasas de matrimonio más bajas de la Unión Europea, con un promedio de 3,3 bodas por cada 1.000 habitantes en la última década. Aunque los matrimonios han aumentado desde el punto más bajo registrado en 2020, aún no se ha recuperado el ritmo previo a la pandemia. En 2019, la tasa de matrimonio era de 3,5 por cada 1.000 habitantes.
El estudio también destaca que los españoles tienden a casarse a una edad más avanzada en comparación con otros países europeos. Las mujeres españolas se casan en promedio a los 33,4 años, mientras que los hombres lo hacen a los 35,6 años. Estos resultados reflejan las tendencias demográficas y sociales del continente, según Sánchez, quien subraya la importancia de comprender las particularidades culturales, económicas y sociales de cada país en el análisis de los matrimonios civiles y religiosos.