Obra de teatro 'Piloboulus'

El regreso a Barcelona de la compañía de danza estadounidense 'Pilobolus'

“Pilobolus” se reencontró con el público egarense con su espectáculo “re:CREATION”

Todo empezó a principios de 1971 cuando en un centro académico de New Hampshire (Estados Unidos) y en una clase de composición de danza dirigida por Alison Becker Chase, tres estudiantes llamados Moses Pendleton, que lo era de literatura inglesa y a la vez esquiador de fondo, Jonathan Wolken, de filosofía y esgrimista y Steve Johnson, de medicina y saltador con pértiga, crearon su primer baile, al que titularon “Pilobolus”. A partir de ahí nació un grupo que apostó por llevar la elasticidad de los cuerpos, el movimiento sincronizado de los intervinientes, la magia, la imaginación conceptual y la belleza plástica como elementos constitutivos de una forma de entender la danza. En la actualidad “Pilobolus” se define como “una compañía de danza rebelde que ha puesto a prueba los límites del cuerpo humano” como ha demostrado, cuatro décadas después de su primera actuación en Terrassa, en ocasión de su regreso a la 41 temporada de danza egarense en la que ha presentado su espectáculo “re:CREATION” formado por cinco piezas diferentes.

Cada una de ellas constituye un reto en el que los componentes de este grupo de bailarines retan las posibilidades del cuerpo humano hasta límites inimaginables. Desde un punto de vista técnico diríase que combinan una rigurosa preparación física, propia de la más exigente gimnasia artística, con las habilidades propias de cualquier género de danza y lo desarrollan de forma coordinada de tal modo que cada una de las piezas constituye un ejercicio coral en el que es imposible distinguir un cuerpo del otro, puesto que todos quedan en mayor o medida incardinados entre sí en una sucesión de movimientos a cuál más sorprendente e inimaginable.

El tono general está presidido por un intenso sentido poético del movimiento corporal, una elegancia infinita, una perceptible, pero a la vez ingenua sensualidad y en algunas ocasiones, como en el inolvidable “Walkyndon”, un desacomplejado sentido del humor. Porque ¿quién ha dicho que la danza ha de estar sujeta a una liturgia necesariamente solemne? ¿No puede ser acaso divertida e invitar a la sonrisa cómplice? Tal es lo que consiguen los miembros de esta formación estadounidense que nos dejó estupefactos por la perfección de su técnica, pero sobre todo por la belleza de su trabajo creativo.

Para los que no hayan tenido ocasión de verla en Terrassa podrán disfrutar de ese mismo espectáculo en el Teatro Apolo de Barcelona el próximo día 30 de abril.