Las comadronas y enfermeras del Sindicato de Enfermería SATSE han destacado un preocupante incremento en los casos de enfermedades de transmisión sexual y en las solicitudes recurrentes de anticoncepción de emergencia. Este fenómeno ha llevado al sindicato a reiterar su llamado para que cada centro educativo en Cataluña cuente con una enfermera escolar, cuya labor incluiría la impartición de educación sexual. Además, solicitan más recursos para que los profesionales puedan identificar adecuadamente las causas subyacentes de la toma habitual de anticoncepción de emergencia por parte de jóvenes y mujeres.
"Observamos claramente que los jóvenes tienen acceso a mucha información, pero carecen de una educación sexual adecuada", afirma la responsable de comadronas en SATSE. Por ello, el sindicato insiste en la importancia de la presencia de enfermeras escolares en todos los centros educativos desde el inicio de la escolarización. Estas profesionales servirían como referentes que, además de poseer los conocimientos necesarios, puedan hablar abiertamente sobre sexualidad sin restricciones impuestas por tabúes o prejuicios.
La sociedad está experimentando un cambio gradual hacia actitudes más abiertas en torno a la sexualidad, lo que ha llevado a una mayor libertad sexual y aceptación entre los jóvenes. Si bien esto es positivo, desde SATSE enfatizan que este cambio debe ir acompañado de una educación, concienciación y asunción de responsabilidad sobre la salud propia. Es esencial diferenciar entre la aceptación social de ciertas conductas y ser conscientes de los riesgos para la salud que estas pueden conllevar, con el fin de protegerse adecuadamente.
Este cambio en la sociedad no solo afecta a los jóvenes, ya que SATSE también señala un aumento en las enfermedades de transmisión sexual y las solicitudes de anticoncepción de emergencia en otros grupos de edad. La utilización recurrente de anticoncepción de emergencia por parte de mujeres de todas las edades es vista como una señal de alarma, indicando la necesidad de abordar las causas subyacentes, que pueden ser diversas, como problemas de autoestima o dinámicas de poder en las relaciones de pareja.
Para abordar estos desafíos, es necesario contar con una plantilla adecuada, así como tiempo y espacio para que los profesionales de la salud realicen intervenciones preventivas efectivas. Esto permitiría una mayor proximidad de los profesionales para concienciar sobre los riesgos de mantener relaciones sexuales sin protección o sin el uso adecuado de anticonceptivos, con el objetivo de evitar embarazos no deseados.