Las autoridades de los Emiratos Árabes Unidos han llevado a cabo el arresto del futbolista Quincy Promes, a solicitud de las autoridades de los Países Bajos. Promes, jugador del Spartak de Moscú y exjugador del Sevilla, ha sido condenado a prisión en dos casos penales, uno de los cuales implica una sentencia de seis años por su presunta participación en el tráfico de más de 1.350 kilos de cocaína en dos cargamentos procedentes de Brasil hacia el puerto belga de Amberes en 2020.
Según información proporcionada por la Fiscalía neerlandesa, el arresto de Promes en Dubái fue posible gracias a una cooperación efectiva entre las autoridades de Emiratos y Países Bajos. Sin embargo, la Fiscalía no ha confirmado el momento en que se realizó esta solicitud de arresto ni si ya se ha presentado una solicitud formal de extradición a los Países Bajos. Cabe destacar que entre Emiratos y Países Bajos existe un tratado bilateral de extradición.
El arresto tuvo lugar el 29 de febrero en el control fronterizo del aeropuerto de Dubái. Este caso ha generado gran atención tanto en el ámbito deportivo como en el judicial, y se espera que el proceso legal continúe desarrollándose en los próximos días conforme se clarifiquen los detalles adicionales y se tomen las decisiones correspondientes por parte de las autoridades involucradas.
El exjugador del Ajax, de 32 años de edad, fue condenado en febrero pasado por cargos relacionados con el narcotráfico. Sin embargo, el juicio se llevó a cabo en ausencia del acusado, ya que reside en Rusia, donde juega para el Spartak de Moscú desde 2021.
Promes enfrenta acusaciones de "importar, exportar, transportar y poseer 1.362,9 kilos de cocaína oculta en un cargamento de sal marina proveniente de Brasil". Se le imputa además el presunto reparto de la droga en dos contenedores, con la intención de transportarla por el Escalda Occidental, en la provincia neerlandesa de Zelanda, hasta el puerto de Amberes.
El Equipo de Inteligencia Criminal (TCI) de la policía neerlandesa recibió información que indicaba que Promes estaba involucrado en el tráfico de cocaína, poseía teléfonos criptográficos y habría invertido 200.000 euros en el negocio ilegal, por lo que decidió iniciar una investigación criminal al futbolista, nacido en Ámsterdam.