La promotora inmobiliaria de origen catalán, Fbex, contruyó el inmueble devorado por las llamas este jueves en el barrio de Campanar de Valencia. De momento, el balance que ha dejado esta tragedia es de al menos 10 muertos.
Sin embargo, y según afirmaba la constructora, este incendio no se debería haber producido. "Fachadas con aluminio tipo alucobond difícilmente inflamable o no inflamable", aseguraba la constructora acerca de los edificios que han quedado calcinados.
"La máxima calidad en materiales de construcción con unas modernas instalaciones, acabados y equipos", afirmaban también desde Fbex.
La empresa fue fundada en Barcelona en 1918, y amplió su negocio a todo el área mediterránea, construyendo en Baleares, Valencia y Murcia. En 2007 llegó a tener una plantilla de 229 empleados. Pero llegó la crisis, y en 2010 entró en concurso de acreedores.
Pero sí tuvieron tiempo para construir el complejo residencial de Campanar, levantado en 2005. Según apuntan la mayoría de expertos, la rápida propagación del fuego se debe a los paneles que actúan como aislamiento térmico, compuestos de poliuretano, un material altamente inflamable.
Los paneles colocados para proteger a los inquilinos de las temperaturas externas, tanto en invierno como en verano, actuaron como un horno que permitió que el fuego se propagara rápidamente por el edificio.
La constructora tuvo el apoyo financiero de Banesto para construir el edificio. Finalmente, y a causa de la crisis inmobiliaria de 2008, entró en concurso de acreedores, dejando una deuda de 27,7 millones de euros con las administraciones públicas y de 1.100 millones de euros con algunos bancos. El concurso de acreedores acabó en 2017 por inexistencia de bienes.
Los vínculos con la familia Pujol
La sociedad estaba controlada por el administrador único Juan Parada Henares, que poseía el 49,07% de las acciones a su nombre. También, a través de la empresa Gestió i Tramitació d'Habitatges SL, controlaba otro 23,28%. Finalmente, a través la sociedad JP Sica SL, también tenía otro 9,69% de las acciones. El resto de las participaciones, el 17,96%, estaba a nombre de otros socios que no figuran en el balance de la empresa.
El empresario catalán Juan Parada Henares fue citado como testigo por el juez Pablo Ruiz cuando investigaba el blanqueo de capitales de Jordi Pujol Ferrusola, el hijo del expresident Jordi Pujol. En el juicio, Parada Henares negó conocer a los Pujol, igual que todos los empresarios que testificaron en la causa. Se marcaron un Infanta Cristina de libro.
Sin embargo, todos estos empresarios contrataron en distintos proyectos los servicios de una constructora vinculada a Pujol Ferrusola. En el juicio sí reconocieron haberle entregado más de 3 millones y medio ¿Y, a cambio de qué? Nadie lo sabe, pero según los testigos, fue a cambio de nada.
En la actualidad, Juan Parada Henares figura como consejero delegado de Catalana Internacional de Valoraciones SA y es el administrador único de Nunda Project SL y Juanpar II SL.