Lazo negro con pastillas y un símbolo de peligrosidad química

A prisión una familia que dejó en estado vegetativo a la novia concertada del hijo

La familia le dio pastillas y productos químicos hace nueve años y la joven, de ahora 39 años, sigue sin dar respuesta a los estímulos

Una familia ha sido encarcelada después de dejar a una novia de un matrimonio concertado en estado vegetativo. Los miembros de la unidad familiar la obligaron a tomar "productos químicos y pastillas". 

Ambreen Fatima Sheikh llegó de Pakistán al Reino Unido con un matrimonio arreglado. Tenía 30 años cuando le administraron el fármaco contra la diabetes, lo que le provocó una lesión cerebral fatal. 

También la rociaron con una sustancia cáustica, y sufrió abusos en la casa en los días previos a su ingreso al hospital el 1 de agosto de 2015. 

En un primer momento pensaron que Sheikh moriría en el hospital, pero cuando le apagaron el ventilador en el hospital, comenzó a respirar por sí misma.

En el juicio, explicaron que ella quedó inconsciente, sin respuesta motora ni respuesta al dolor, y nunca se recuperará. 

Los fiscales dijeron que ella permanece aún en vida siendo alimentada a través de un tubo, por lo que acabará falleciendo como consecuencia de lo que le sucedió hace ya nueve años.

Una vida "dependiente"

La jueza del caso explicó que, antes del trágico episodio, casi nunca salía de casa, y menos aún sola. No tenía ingresos independientes, no tenía amigos en el Reino Unido y apenas hablaba inglés. 

El miércoles, el marido de la señora Sheikh, Asgar Sheikh, de 31 años, fue encarcelado durante siete años y nueve meses junto con su padre, Khalid Sheikh, de 55 años, y su madre, Shabnam Sheikh, de 52 años.

El hermano de Asgar Sheikh, Sakalayne Sheikh, de 25 años, fue condenado con una sentencia de seis meses, suspendida por dos años, y su hermana, Shagufa Sheikh, de 29 años, recibió una sentencia de 18 meses, también suspendida por dos años.

Ninguno de los miembros de la familia prestó declaración ante el tribunal y la jueza admitió que no supo determinar cuándo empezó. 

En el juicio se presentaron pruebas de que, poco después de que Sheikh llegara al Reino Unido, la familia no estaba contenta con sus tareas domésticas y Khalid Sheikh sugirió enviarla de vuelta a Pakistán.

Los miembros de la familia de la mujer expresaron su preocupación y dos agentes de policía llevaron a cabo un control de bienestar en julio, pero informaron que la Sra. Sheikh estaba bien. 

Por el momento siguen sin saber quién le administró la sustancia corrosiva, que le provocó graves quemaduras en la parte baja de la espalda, en la parte inferior y en la oreja derecha.

Añadió también que no sabía quién la "engañó u obligó" a tomar glimpirida, un medicamento antidiabético que es muy peligrosa para los no diabéticos.

El juez detalló que hubo un retraso de dos o tres días entre que Sheikh quedó inconsciente y la familia llamó a una ambulancia, durante el cual se deshidrató mucho y desarrolló una lesión cerebral.

En el tribunal explicaron que la Sra. Sheikh ahora está siendo atendida en un entorno de cuidados paliativos y no se recuperará, pero podría vivir varias décadas más.