Guardería - Bebé

Prisión para una trabajadora de guardería por asfixiar y matar a un bebé

La pena de cárcel es de 14 años

Una trabajadora de una guardería en Stockport (Manchester) ha sido condenada a 14 años de cárcel por el homicidio involuntario de Genevieve Meehan, una niña de nueve meses. Kate Roughley, de 37 años, ató a la bebé boca abajo a un puf y la cubrió con una manta durante más de 90 minutos, causando su asfixia.

El trágico incidente ocurrió en Tiny Toes Nursery, donde Roughley trabajaba. Durante el juicio en el Tribunal de la Corona de Manchester, se hizo saber que Roughley mostró una negligencia extrema hacia Genevieve, dejándola prácticamente inmovilizada y sin supervisión adecuada. La jueza Ellenbogen, al dictar la sentencia, destacó la falta de remordimiento genuino de Roughley y calificó la muerte de la bebé como "absolutamente evitable".

El día de la sentencia, la madre de Genevieve, en una emotiva declaración leída por el fiscal Martin Reid KC, expresó su profundo dolor y la devastadora pérdida que siente la familia. "Ella era una parte de mí y no hay palabras para describir lo mucho que la extraño", lamentó.

El padre de Genevieve, John Meehan, también compartió su angustia, criticando a Roughley por su cruel indiferencia y por haber priorizado su conveniencia personal sobre la vida de su hija. "Nunca podré consolarla en su primer día de clases ni escuchar sus primeras palabras", lamentó.

Durante el juicio, el jurado de seis hombres y seis mujeres vio desgarradoras imágenes de CCTV que mostraban a Genevieve luchando por su vida, ignorada por Roughley. La fiscalía describió cómo Roughley trató a la bebé con "hostilidad ilógica e inquietante", refiriéndose a ella de manera despectiva y mostrando un desprecio total por su bienestar.

Roughley, quien había trabajado en Tiny Toes Nursery desde los 18 años, argumentó que la muerte de Genevieve fue un "accidente terrible e inevitable" y negó cualquier acto ilegal. Sin embargo, el tribunal concluyó que su negligencia y maltrato habían llevado directamente a la tragedia.

El caso ha generado una profunda reflexión sobre las prácticas de cuidado en las guarderías y la importancia de la supervisión adecuada y la formación de los trabajadores. Mientras tanto, una investigación de salud y seguridad separada sobre el ahora cerrado Tiny Toes Nursery está en curso, con el objetivo de evitar futuras tragedias similares.