Fotografía de archivo del mercado de la ciudad de Omdurmán, adyacente a la capital de Sudán, Jartum, en medio de la guerra entre el Ejército y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF)

Al menos 20 personas muertas en ataques paramilitares en Sudán

Los comités de resistencia de la región de Al Yazira atribuyen la autoría de éstos al grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF)

**Violencia y Desplazamiento en Sudán: Ataques Paramilitares en Al Yazira y Darfur**

En medio de un clima de creciente inestabilidad, Sudán enfrenta una escalada de violencia que ha dejado un saldo devastador en varias regiones del país. En los últimos días, los comités de resistencia de la región de Al Yazira han informado sobre una serie de ataques lanzados por el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) en varias aldeas, resultando en la muerte de al menos 20 personas y dejando a otras 32 heridas. Estos incidentes, caracterizados por actos de terrorismo y saqueo, han provocado un desplazamiento forzado de civiles y una crisis humanitaria en la región.

Según el comité de resistencia de Wad Madani, capital de Al Yazira, los civiles fueron sometidos a actos de terrorismo y violencia, incluyendo azotes con látigos y ataques armados. Además, se ha criticado la falta de intervención efectiva por parte de las fuerzas del Ejército para proteger a la población civil, lo que ha exacerbado la situación y aumentado la sensación de inseguridad entre la comunidad local.

Mientras tanto, en la región de Darfur, la Asociación de Abogados de Darfur ha reportado bombardeos por parte del Ejército en sitios controlados por los paramilitares, resultando en la muerte de tres civiles y dejando a otros 11 heridos, incluyendo a un niño. Estos ataques aéreos se producen en respuesta a los llamamientos previos del Ejército, instando a los ciudadanos a mantenerse alejados de los lugares de concentración de FAR, considerándolos objetivos legítimos para los bombardeos.

Estas acciones violentas han llevado a un aumento significativo en el desplazamiento de civiles, con muchas familias obligadas a abandonar sus hogares en busca de seguridad. El Grupo de Abogados de Emergencia ha calificado este desplazamiento forzado como un crimen de lesa humanidad, destacando la urgente necesidad de protección y asistencia para los afectados.

Este último brote de violencia se suma a la larga lista de conflictos internos en Sudán, que ha dejado miles de muertos y desplazados en los últimos años. La guerra entre el Ejército y las FAR, que estalló el año pasado, ha exacerbado aún más la situación humanitaria en el país, provocando sufrimiento generalizado y un impacto devastador en la población civil.

En medio de estas circunstancias difíciles, es fundamental que la comunidad internacional tome medidas urgentes para poner fin a la violencia y garantizar la protección de los derechos humanos en Sudán. La estabilidad y la seguridad de la región dependen de una acción coordinada y eficaz para abordar las causas subyacentes del conflicto y promover una paz duradera y sostenible para todos los sudaneses.