El jeque Tamim ben Hamad Al Thani sonríe y mira cómo Leo Messi besa la Copa del Mundo, a manos del presidente de la FIFA, Gianni Infantino

¿Fin de la era de los jeques en el fútbol?

Según un informe de la UEFA, una combinación de factores ha creado un entorno desafiante para posibles compradores

En los últimos años, el mundo del fútbol ha sido testigo de un fenómeno: la llegada masiva de inversores extranjeros, en su mayoría jeques árabes, dispuestos a gastar sumas colosales en clubes europeos. Sin embargo, parece que esta tendencia podría estar llegando a su fin.

Según un informe de la UEFA, la inversión en clubes de Primera División ha experimentado un declive notable. ¿La razón? Una mezcla de incertidumbre económica, aumento de los tipos de interés y precios de salida poco realistas por parte de los clubes. Esta combinación de factores ha creado un entorno desafiante para posibles compradores.

Otro factor importante es que los fondos de inversión tienen una fecha de caducidad dentro de los clubes. Estos inversores no están interesados en mantenerse a largo plazo, sino en obtener beneficios rápidos y retirar su dinero. Esta mentalidad de "ganar y salir" no siempre es compatible con la estabilidad a largo plazo de los clubes.

Además, se observa una preferencia creciente por parte de los inversores por los equipos en ligas más pequeñas, lejos de las principales competiciones europeas. Estos clubes ofrecen oportunidades más asequibles y tienen un potencial de promoción interesante para los inversores.

La Bundesliga y LaLiga han establecido normas para limitar la propiedad extranjera de los clubes, como la regla 50+1 en Alemania, que exige que al menos el 50% del club sea propiedad de los aficionados o socios. Estas medidas buscan preservar la identidad y estabilidad de los equipos frente a la influencia extranjera.

Sin embargo, no todo son malas noticias para los jeques y otros inversores extranjeros. Aunque las restricciones se están volviendo más estrictas, el fútbol sigue siendo una industria atractiva para la inversión. Con ingresos recurrentes y un marco normativo estable, el fútbol ofrece oportunidades únicas para aquellos que buscan influencia en la sociedad.