Israel ha vuelto a centrar su atención en las operaciones en Cisjordania tras los recientes enfrentamientos y cruce de ataques con Irán. El Ejército israelí informó sobre la abatida de diez supuestos terroristas durante una redada en el campamento de refugiados de Nur Shams en Tulkarem, en una operación que se prolongó por más de 40 horas. Esta acción se suma al abatimiento de dos combatientes de Hezbollah en el sur del Líbano por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel.
Durante estas operaciones, ocho soldados y un agente de la policía fronteriza resultaron heridos. Por su parte, la Media Luna Roja Palestina ha reportado heridos durante la incursión israelí y confirmó la muerte de al menos un civil, mientras que el grupo de milicianos Mártires de al Aqsa confirmó en redes sociales la muerte de un líder de la brigada en Tulkarem.
Estos eventos ocurren en un contexto donde las tensiones entre Israel e Irán han alcanzado un punto álgido. El régimen iraní minimizó el ataque atribuido a Israel, calificándolo como un juego de "niños", mientras Israel respondió en represalia por un ataque previo. Si bien ambas partes intentan calmar la situación, la región se encuentra en alerta ante posibles escaladas de violencia.
El enfoque renovado en las operaciones en Cisjordania muestra la determinación de Israel en garantizar la seguridad en sus fronteras y enfrentar las amenazas terroristas en la región. Con llamamientos internacionales a la calma y un escenario regional tenso, el equilibrio en la situación sigue siendo delicado mientras las operaciones militares y las tensiones políticas continúan marcando la dinámica en Oriente Medio.