Las camisetas del Girona y el Barça, en Girona

Partidazo en Montilivi: el que nadie nunca hubiera esperado

Girona y Barça se juegan el subcampeonato de LaLiga este sábado

El partido que nadie nunca hubiera esperado. Girona FC y FC Barcelona se enfrentan este sábado en Montilivi con mucho más que tres puntos en juego. Hay tres valores añadidos. Primero: el orgullo. Segundo, y más importante a efectos resultadistas, el subcampeonato de LaLiga. Y tercero, e importante a nivel deportivo y económico, el acceso a la Supercopa que esa circunstancia mencionada otorga.

Es un partidazo. Actualmente, los azulgranas son quienes ocupan la segunda plaza, mientras que los blanquirrojos son terceros. El Barça no está tan contento como en otros años a estas alturas, pero puede y debe acabar bien para que la continuidad de Xavi Hernández repose y deje de ser cuestionada. El Girona, en cambio, está completando la mejor temporada de su historia. Una temporada que nadie podría haber apostado. Sí soñado, porque el fútbol va de esto.

Será un partidazo porque ya lo fue en Montjuïc. Entonces, el equipo entrenado por Míchel consagró su sorpresa, demostró que también podía ganar a grandes equipos este curso, al llevarse los tres puntos con un majestuoso 2-4. Ahora, las cosas han cambiado. El Barça ha mutado, con la aparición de Pau Cubarsí y la ascensión de Lamine Yamal. Y el Girona ha bajado sus prestaciones levemente, aunque ya vislumbra la orilla de sus sueños. 

Si el Girona gana este sábado al Barça, será matemáticamente equipo de UEFA Champions League. Le saca diez al Athletic, que pueden ser trece. Y la semana que viene ya habrán doce en juego. Así que más allá de la opción del subcampeonato, el Girona tiene otra gesta a su alcance, aún más prestigiosa. Si se da esa circunstancia este sábado, los bares de la capital gerundense no darán abasto. Y los guardias de seguridad de Montilivi lo tendrán complicado a la hora de evitar una invasión de campo. 

Más circunstancias resultadistas. Este sábado también se juega un Real Madrid-Cádiz primordial para el título de LaLiga. Si los blancos ganan, todo lo que no sea una victoria culer sería ya definitivo para que los de Carlo Ancelotti se coronen matemáticamente como campeones. Podría haber fiesta en Cibeles, tal vez prudente, con el partido de vuelta de semifinales de la Champions ante el Bayern cercano. No tan prudente como la que puede haber en Montilivi como al actual máximo goleador del campeonato, Artem Dovbyk, y a sus compañeros, se les ocurra ganar el partido 23 en 34 jornadas.