Hoy, 22 de junio, se cumplen 38 años del partido más emblemático en la historia de los Mundiales de fútbol, y de este deporte en general. Fue durante el Mundial de México 1986 cuando Diego Maradona, la leyenda argentina, protagonizó dos momentos que definieron su carrera y el destino de su selección: el famoso "Gol del Siglo" y la controversial "Mano de Dios".
El escenario fue el Estadio Azteca de Ciudad de México, en los cuartos de final del torneo, donde Argentina y su histórico rival, Inglaterra, se enfrentaron. Las tensiones políticas y bélicas del pasado reciente entre ambos países añadían una carga emocional extra a este encuentro deportivo. En 1982, Argentina y el Reino Unido habían combatido en la Guerra de las Malvinas, un conflicto que dejó heridas profundas y marcó un ambiente de hostilidad entre ambas naciones.
El contexto bélico y el peso simbólico del partido: El enfrentamiento en el Mundial de México 1986 trascendió lo deportivo. Para muchos argentinos, este partido no solo representaba la oportunidad de avanzar en el torneo, sino también una forma simbólica de reivindicación nacional frente a un país que aún se veía como un enemigo reciente. La presión sobre los jugadores argentinos, y especialmente sobre Maradona, era enorme.
La Mano de Dios
Apenas seis minutos después del inicio del segundo tiempo, Maradona marcó uno de los goles más discutidos en la historia del fútbol. En lo que él mismo describiría como "la mano de Dios", saltó con la mano izquierda y tocó sutilmente el balón hacia la red, burlando la vigilancia del árbitro y dejando desconcertados a los jugadores ingleses. Esta acción ilegal pasó desapercibida para el árbitro y generó un debate intenso sobre el juego limpio y la ética deportiva.
El Gol del Siglo
Cuatro minutos después, Maradona se adentró en la historia con una jugada que aún se estudia y admira. Desde la mitad del campo argentino, Maradona dribló a varios jugadores ingleses, dejándolos atrás con su velocidad y habilidad técnica. Luego de una carrera legendaria, eludió al portero Peter Shilton y marcó el gol que sería conocido como el "Gol del Siglo". Fue un momento de pura genialidad y magia futbolística que catapultó a Maradona a la inmortalidad en el deporte.
Ambos momentos desataron una tormenta de emociones y opiniones en todo el mundo del fútbol. La "Mano de Dios" fue considerada un acto de trampa por unos y un golpe maestro de astucia por otros. La controversia sobre la falta de fair play se convirtió en tema central de discusión en medios y entre aficionados.
Argentina avanzó a las semifinales gracias a la genialidad de Maradona, donde continuaría su camino hacia la gloria al ganar el Mundial. La actuación de Maradona en este partido no solo definió su legado como uno de los mejores jugadores de todos los tiempos, sino que también consolidó al equipo argentino de 1986 como uno de los más memorables en la historia del fútbol.
El Mundial de México 1986 no solo fue testigo del deslumbrante talento de Maradona, sino que también marcó un hito en la evolución del fútbol como fenómeno global. La habilidad individual, la pasión desbordante y los momentos dramáticos de aquel torneo resonaron en el deporte por décadas, inspirando a generaciones de futbolistas y aficionados.