Vista del pantano de Sau

La preocupante situación del Pantano de Sau, el más emblemático de Catalunya

El embalse está sufriendo las consecuencias de la sequía, teniendo cubierto solamente el 4,73% de su capacidad

En medio de la actual sequía que afecta a Cataluña, hay que hablar del pantano más emblemático de la comunidad: el Pantano de Sau. Un lugar con una historia rica y un presencia bella, que atrae a turistas o gente local con ganas de pasear, y que sirve para mucho más que para sacar fotos. Sin embargo, dicha sequía está afectando su volumen.

Actualmente, la capacidad del Pantano de Sau apenas roza el 4,73%, según datos de El Punt Avui. Tiene cubierto solo 6 hectómetros cúbicos de agua, de los posibles. Comparado con el mismo período del año anterior, cuando la capacidad era de 11 hm3, la disminución es evidente.

¿Por qué el Pantano de Sau es tan emblemático?

El Pantano de Sau es uno de los pantanos más conocidos y visitados de Cataluña. Su origen se remonta a la década de 1960, cuando fue construido como parte de un ambicioso proyecto hidroeléctrico. Desde entonces, ha sido una pieza clave en el suministro de energía para la región, pero también ha dejado un legado histórico sumergido bajo sus aguas.

Lo que hace especial al embalse de Sau es su capacidad para revelar parte de ese pasado oculto en momentos de sequía extrema. Con el descenso del nivel del agua, estructuras normalmente sumergidas emergen lentamente, incluyendo los restos del antiguo pueblo de Vilanova de Sau. Entre estos restos destaca el campanario de la iglesia de Sant Romà de Sau, una construcción que data del siglo XI y que se erige como un símbolo del pasado que yace bajo las tranquilas aguas del embalse.

Detrás de la belleza y el misterio del Pantano de Sau también se encuentran historias humanas de comunidades enteras que tuvieron que ser desplazadas para dar paso a su construcción. Vilanova de Sau, junto con otras aldeas, fue sumergida bajo las aguas del embalse, provocando el desplazamiento de sus habitantes y el abandono de sus hogares.

Aquella población fue una pequeña comunidad originaria desde tiempos medievales. La construcción del embalse implicó la expropiación de las tierras y la evacuación de los residentes de Vilanova de Sau y otras aldeas cercanas. Las personas fueron reubicadas en otras aldeas cercanas, o en nuevas viviendas construidas para este propósito.

En este caso, se llevaron a cabo medidas para ayudar a las personas desplazadas a establecerse en nuevas comunidades. Esto incluye asistencia financiera, apoyo en la búsqueda de vivienda y empleo, así como la provisión de servicios básicos en las nuevas áreas de residencia.