Bomba nuclear sobre Barcelona

Un simulador muestra cómo quedaría Barcelona tras el impacto de una bomba nuclear

El presidente de Rusia ha amenazado con una posible escalada nuclear y ahora muchos se preguntan qué ocurriría si se produjera una explosión así sobre su ciudad

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, sorprendió a todos este mes de marzo asegurando que Moscú "está preparado desde el punto de vista técnico" para una guerra nuclear y ha afirmado que las capacidades con las que cuentan las fuerzas rusas son "más modernas" que las del resto de países del mundo.

"Desde un punto de vista técnico y militar, estamos preparados, desde luego", ha dicho durante una entrevista a la cadena de televisión Rossiya 1 y a la agencia RIA Novosti. "Las tropas están en un estado constante de preparación para el combate", ha explicado.

"Nuestra triada nuclear --la visión del arsenal nuclear en misiles en silos en tierra, misiles transportados por bombarderos estratégicos y misiles en submarinos nucleares-- es más moderna que cualquier otra. Sólo nosotros y los estadounidenses tenemos una tríada así", ha defendido. "En términos de misiles y cabezas, tenemos aproximadamente una paridad, pero los nuestros son más modernos", ha reiterado.

Con estas amenazas sobrevolando la política global, muchas personas se están empezando a preguntar cuáles serían las consecuencias de la caída de una bomba nuclear sobre una ciudad. Para resolver esta cuestión, los científicos han lanzando un simulador que refleja las consecuencias de la caída de una bomba nuclear sobre cualquier lugar del mundo. 

Rusia tiene 5.889 ojivas nucleares, la cifra más elevada de todo el mundo. Esto le permite tener armas nucleares con diferentes capacidades de destrucción: las táticas, con potencial de entre 10 y 100 kilotones - la de Hiroshima tenía 15 kilotones-, a verdaderos destructores del mundo con cientos de kilotones. 

En este caso, utilizando el simulador, vamos a comprobar como afectaría el lanzamiento de un misil Topol de 800 kilotones - un arma que actualmente tiene el Ejército ruso- sobre Barcelona. 

Como pueden imaginar, las consecuencias serían devastadoras. La explosión sobre la capital catalana generaría una bola de fuego con un radio de casi 1 kilómetro, vaporizando a todos los que se encontraran en ese perímetro. Según el simulador, morirían 753.710 personas al instante. 

Los que queden dentro del perímetro de la bola de fuego, aunque mueran al momento, serían los más afortunados. Los que queden fuera de ese círculo y en un radio de 6,53 kilómetros verían cómo la mayoría de edificios residenciales colapsan, generando una gran cantidad de muertos. También se crearían fuertes incendios en los edificios que contribuirán al caos generalizado. 

En un radio de 11,1 kilómetros también hará estragos la radiación, que llegará a las poblaciones cercanas a Barcelona como L'Hospitalet, Sant Adrià del Besòs, Badalona y El Prat. Los ciudadanos que se encuentren a en este radio donde afectará la radiación térmica sufrirán quemarudras de tercer grado que pueden llegar a ser indoloras porque la radiación mata también a los nervios. 

Las consecuencias de la bomba llegarían hasta un radio de 18,4 kilómetros. A esa distancia, las ventanas de vídrio posiblemente se rompa .

El simulador de bombas nucleares ha sido creado por Alex Wellerstein, historiador de la ciencia y la tecnología nuclear. Es profesor en el Instituto de Tecnología Stevens en Hoboken, Nueva Jersey, donde es director de Estudios de Ciencia y Tecnología en la Facultad de Artes y Letras.