Se ha iniciado ya oficialmente la campaña para las elecciones catalanas que se celebrarán el próximo 12 de mayo. No ha sido un inicio normal, ha venido marcado por el bombazo de la decisión del presidente del gobierno Pedro Sánchez, de anular toda su agenda para tomarse cuatro días de reflexión en las que debe decidir si continúa gobernando España o se marcha. Esta decisión sorprendente se debe, según explica él mismo en una carta dirigida a la ciudadanía, a su malestar por “los ataques sin precedentes” de la derecha y la ultraderecha contra su esposa, tras conocerse la apertura de diligencias a Begoña, de la que dice estar profundamente enamorado.
La carta reflexiva de Sánchez ha puesto patas arriba la política española, que no se esperaba esta reacción y mucho menos la semana de campaña del 12M. Casi nadie entiende la postura del presidente, máxime cuando se le tiene por una persona fuerte y dura que encaja muy bien las críticas de sus adversarios. Es más, algunos lo plasmaban como la resistencia personalizada. Otros, llegado a esta situación, derivan la decisión del presidente al aspecto humano: No es una máquina, es una persona “con sentimientos” al que perturban las cosas que afectan a su familia. Aun así, no tiene demasiada lógica su decisión que ha dejado también muy descolocado a su propio partido, no es para menos.
La resistencia de un líder, del presidente del gobierno de España, se ha quebrado. ¿Es la tensión vivida durante casi este año de Gobierno que lleva con el tema del independentismo, sus concesiones, o la famosa Ley de Amnistía lo que ha roto al resistente? ¿Lo que quiere demostrar es que es humano, que las cosas personales le afectan más que las políticas? El conoce muy bien la política por dentro, las puñaladas traperas, los ataques al contrario y las situaciones difíciles en las que debe navegar con aguas turbulentas, lo sabe y hasta el miércoles las aceptaba. ¿Hay algo más que sabe y que los demás desconocen para tomar la decisión?
Lo cierto es que sus compañeros socialistas han cerrado filas con él. En el mitin de inicio de campaña del PSC, en el que por cierto debía participar Sánchez, Illa decía que “de tu resistencia individual hacemos un llamamiento a la resistencia colectiva. Estamos contigo, presidente". Y esa maquinaria electoral para pedir que Sánchez no se vaya ya ha empezado a moverse en casi todos los niveles. Este sábado, el Comité Federal será una explosión de apoyo al presidente para que siga en su cargo. Se espera además una concentración en la calle Ferraz durante la reunión Federal que escenifique el apoyo de la “calle” al presidente. Los partidos que dan soporte al gobierno le han asegurado su apoyo, a excepción de Puigdemont. Hasta un colectivo de periodistas han publicado un manifiesto apoyando a Sánchez, Entre otras cosas, los “colegas” manifiestan que “los y las periodistas abajo firmantes invitamos la sociedad civil a sumarse a este manifiesto y a movilizarse en las redes sociales y en las calles contra este atropello antidemocrático. Los gobiernos se eligen y se cambian en las urnas y en el Parlamento. No al golpismo judicial y mediático. No a la máquina del fango. Se da la circunstancia que la mayoría de los firmantes están gozando de los privilegios de formar parte de las tertulias de los medios públicos, o son invitados a Moncloa, no todos, pero sí bastantes. Estos mismos firmantes no han sacado ningún comunicado denunciando los recortes que estamos teniendo los profesionales, a los que se limitan su presencia en las ruedas de prensa de Moncloa, o a los viajes con el presidente. No dicen nada de cómo están derivando las ruedas de prensa del gobierno, de los diputados y de los partidos políticos en general donde se realizan ruedas de prensa sin preguntas . Eso también es grave. No defiendo a los medios de derechas y de la ultraderecha, que los hay, en los que bastantes profesionales no cumplen con su objetivo de informar, sino que hacen política, muy determinada. Ocurre lo mismo con la izquierda, que también hace activismo político desde sus posiciones y que están protegidos, políticamente y profesionalmente. No hace falta dar nombres de ningunos de los dos bandos, se saben. Ni unos ni otros están haciendo su trabajo, ni se atiende a la ética profesional que todos deberíamos respetar. Así que nuestra profesión, la de periodista, también tiene que hacer una reflexión y situarse profesionalmente y políticamente, es un tema personal de cada uno que no debe llevarse al terreno profesional. Algunos de estos compañeros les debe sonar mucho la frase del gran Perich: “A la hora de predicar con el ejemplo, es aconsejable predicar algo que nos guste”
Estamos en un momento muy crispado, donde los políticos han traspasado una línea que nunca se debió pasar. Reflexionar con tranquilidad, pensando que la sociedad se contagia del clima crispado y lo que produce no es nada bueno. En sus manos está reconducir la situación, Decía Ortega y Gasset que “el mando debe ser un anexo de la ejemplaridad”.
En cuanto a Pedro Sánchez, el próximo lunes, que se cumple el plazo de su reflexión, su decisión seguramente será la de continuar. Aunque solo él, su mujer y su guardia pretoriana conocen su decisión.