Una mano sale del interior de una bandera de Venezuela

Venezuela: una luz en medio de la crisis

El 75,8% cree que existen políticos, empresarios y actores de oposición, que reciben dinero y favores del chavismo a cambio de apoyo para mantenerse en el poder

Mientras el porvenir inmediato de Venezuela luce aún sumido en la incertidumbre, la terrible realidad de la crisis económica, social y política se muestra abrumadora.

Los salarios congelados en bolívares; el dólar disparado con un incremento del 5% mensual (27% acumulado en el primer semestre del año); los servicios públicos colapsados en todo el país y ahora también en el “santuario” que era Caracas; la violencia en todas sus formas (agresiones en la calle, asesinatos, persecución a dirigentes políticos, sindicales y comunitarios, más presos), todo ello aderezado con discursos agresivos llenos de amenazas contra todo el que sea percibido como un disidente por el gobierno.

Una reciente encuesta (Meganálisis, julio 2023), desnuda parte de esa realidad y nos informa que los hogares venezolanos requieren hoy, unos 450$ al mes para cubrir necesidades mínimas; una cantidad que la mayoría no puede obtener, ni siquiera juntando los ingresos de cada miembro de la familia, pues el salario mínimo mensual es ahora de 4,06 dólares, y las remesas que recibían como ayuda de sus familiares migrantes, han disminuido en un 50%.

En términos de expectativas, nos dice que el 94% de la población aspira a tener un trabajo bien remunerado, que le garantice una remuneración mensual decente y estable, mientras que solo el 3,5% acepta recibir y vivir por el resto de su vida, de los bonos, planes y ayudas sociales que le otorgue el gobierno.

El 61% de los hogares informan haber perdido miembros por migración, generalmente jóvenes y mujeres en edad productiva, y que solo el 1,3% de los migrantes han podido regresar al país.

Entre el 69% y el 73% de los encuestados está de acuerdo con la privatización de los servicios públicos, especialmente agua y electricidad, así como de los servicios de telefonía e internet que están en manos del gobierno, y cerca de la mitad, estaría de acuerdo con la privatización de PDVSA

El 75,8% cree que existen políticos, empresarios y actores de oposición, que reciben dinero y favores del chavismo a cambio de apoyo para mantenerse en el poder.

No obstante, también hay datos que alimentan la esperanza y dan un poco de aliento.

Por ejemplo, la encuesta nos informa que el 76,1% de los adultos NO votaría por Nicolás Maduro y el chavismo en una elección presidencial y que de ellos, el 65,4% votaría por María Corina Machado (MCM) en las primarias. 

En valores absolutos, en una elección presidencial, el 33% votaría por MCM y solo el 11% lo haría por Maduro. 

Finalmente, en el ámbito de las predicciones electorales, más de la mitad (51%) opina que Maduro ganaría las elecciones en cualquier escenario en el cual el candidato opositor no fuese MCM.

También nos dice que, el 86,2% de la población opina que el socialismo populista solo ha traído mal vivir, desesperanzas, separación familiar y pobreza a los venezolanos, mientras que para el 10,5%, ha traído bienestar, esperanzas, unidad y riquezas a los venezolanos. 

En otro aspecto, el 69% cree que los grupos del chavismo son los grupos políticos que actúan con más violencia dentro del país, y el 12% cree que son los de oposición.

El 52,7% cree que MCM ha sido in habilitada por ser de oposición, pero principalmente, porque el chavismo tiene miedo al apoyo popular que ella está consiguiendo; mientras que el 12,5% piensa que MCM ha sido inhabilitada porque es una mujer corrupta y traidora de la patria.

Así pues, las cosas no pintan bien para el gobierno.

No solo parece haber perdido su capital social, si tomamos en cuenta las intenciones de voto descritas antes, sino que la enorme crisis económica y social que ha creado, está pasando su factura en términos de descontento entre los que antes fueron su soporte popular. 

A ello deben sumarse los impactos de la guerra interna de intereses entre los grupos de la nueva burguesía cívico-militar que se nutrió de la corrupción y está viendo en peligro la posesión de sus bienes mal habidos, y hasta la seguridad de sus familias, agravada por las crecientes muestras de malestar entre los militares y por las pugnas por el poder en el seno de la dirigencia madurista, las cuales vienen evidenciándose, cada vez con mayor claridad.

Como si esto fuera poco, la gigantesca movilización popular suscitada por las elecciones Primarias de la oposición, ha comenzado a actuar como un gran aliciente esperanzador para la gente, y como una amenaza creíble para el gobierno, a pesar de que aún el panorama no está claro y faltan apenas un mes para su realización. 

Parece pues, que se está gestando una gran batalla, quizás la última, para lograr la anhelada transición democrática, tal como está ocurriendo en Argentina, con Patricia Bullrich y Javier Milei contra el kirchnerismo, en Ecuador con Noboa, y quizás próximamente en México y Colombia. Tal vez España siga ese ejemplo.

Hay pues, en medio de la mayor crisis de nuestra historia, una luz al final del túnel.