Anoche, la República Islámica de Irán lanzó un ataque masivo hacia Israel. Según las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Irán desplegó 170 drones, 30 misiles de crucero y 120 misiles balísticos en esta ofensiva, presentada como una represalia al ataque ocurrido en lo que se supone es la embajada iraní en Damasco, aunque las FDI lo negaran. Pero ¿quién está detrás de todo esto?
Ali Jamenei. Es el líder supremo de Irán desde 1989. La figura central en la política y la ideología del país, siendo un destacado representante de la línea conservadora y religiosa en el sistema político iraní. Antes de asumir como líder supremo, Jamenei ocupó diversos cargos políticos y religiosos, incluyendo la presidencia de Irán entre 1981 y 1989. Ali Jamenei nació el 17 de julio de 1939 en Mashhad, Irán.
La ideología de Ali Jamenei se basa en una interpretación estricta del Islam chií y en la defensa de los principios de la Revolución Islámica de 1979. Jamenei ha mantenido una postura antioccidental y ha sido crítico de la influencia de potencias extranjeras en la región, especialmente de Estados Unidos e Israel. Bajo su liderazgo, Irán ha mantenido una política exterior que ha buscado expandir la influencia chií en Medio Oriente, apoyando a grupos como Hezbollah en Líbano y respaldando al régimen de Bashar al-Assad en Siria.
La Revolución Islámica de 1979 surgió como respuesta al descontento popular por la opresión política, la desigualdad social y la influencia occidental en el régimen del sha Mohammad Reza Pahlevi. Liderada por el ayatolá Ruhollah Jomeini, la revolución culminó con la caída del gobierno del sha y el establecimiento de la República Islámica de Irán, con Jomeini como el Líder Supremo.
El establecimiento de la República Islámica trajo consigo cambios profundos en la estructura política y social de Irán. Se implementaron reformas basadas en la interpretación religiosa del Islam, incluyendo nacionalizaciones económicas, restricciones a las libertades civiles y un nuevo sistema de gobierno guiado por principios islámicos. Esta transformación generó tensiones internas e influenció la política regional e internacional, marcando una nueva era en Medio Oriente.
En los últimos años, Irán ha mantenido una postura firme con Israel. Se han producido intercambios de amenazas y conflictos indirectos a través de proxies en la región. Esto ha estallado ahora, tras el ataque de Israel y la respuesta iraní.