Niños indicando las cartas de inclusión, ilusión, futuro y educación

Crean el 'Inclusionario', el diccionario más inclusivo de la historia

Inventan palabras para definir la importancia de la inclusión, justo cuando la Constitución acaba de erradicar “disminuido” para hablar de personas con discapacidad

Un total de 19.078 estudiantes y 530 maestros de 491 centros educativos de Cataluña trabajan en la creación del Inclusionari, el diccionario más democrático e inclusivo de la historia y lo primero con palabras que definen la importancia de la inclusión de las personas con discapacidad a la sociedad.

Se trata de una iniciativa impulsada por el 40.º Concurso Escolar de la ONCE que, en esta edición, ha invitado todos sus participantes a formar parte de la historia de la inclusión a nuestro país, después de cuatro décadas en que ha ayudado estudiantes y maestras a promover la formación en valores como la camaradería, la inclusión, la igualdad y el trabajo en equipo.

La participación en esta edición se ha realizado por aulas completas, teniendo que plasmar una nueva palabra de carácter inclusivo y su significado en un cartel creativo.

Por eso, han podido escribirla a manera de “lettering”, o incluso, como en algunos diccionarios, hacer un dibujo que acompañe la palabra y que ayude a apoyar a su definición.

En esta 40.ª edición se han presentado 146.022 estudiantes y 2.492 maestros de 2.230 centros educativos públicos, concertados y privados, desde Primaria hasta Secundaria, además de Educación Especial y Formación Profesional.

Las categorías de participación son: A (3.º y 4.º de primaria), B (5.º y 6.º de primaria), C (1.º- 4.º ESO y FP Básica) y E (Educación Especial).

Todas ellas participan bajo las mismas condiciones y han presentado el mismo trabajo para componer el Inclusionario.

Como material de apoyo los maestros han tenido disponible material didáctico (en formato en línea), elaborado por personas expertas en la materia, todo esto sobro los diferentes hitos en la inclusión de las personas con discapacidad, también desde el punto de vista de las palabras. 

‘ONCITY, el videojuego que nos hace iguales’

Entre todos estos materiales, ha destacado ONCITY II, la segunda entrega del videojuego educativo y accesible, para todas las edades, condiciones y perfiles, que invita a ponerse a la piel de las personas con discapacidad y viajar en el tiempo, junto con los personajes del videojuego, para conocer cómo ha evolucionado la inclusión a nuestro país.

Se puede jugar a cualquier dispositivo con navegador, con cualquier tipo de control (mando gamepad, ratón, teclado, pantalla táctil…) y conectividad de lectores de pantalla para facilitar la completa accesibilidad a las personas ciegas.

Está formado por minijuegos, preguntas quiz y divertido contenido sorpresa a través del cual los estudiantes podrán hacer un viaje por las cuatro décadas del Concurso.

Después de finalizar el viaje en el tiempo y superar todos los retos del pasado, los estudiantes llegan al año 2024, donde se suman a la historia de la inclusión a través de su trabajo de participación creando una nueva palabra que formará parte de la Inclusionari.

Los trabajos serán evaluados por diferentes jurados a nivel autonómico (mes de marzo) y nacional (mes de abril), las deliberaciones de los cuales se darán a conocer segundos se vayan produciendo.

Los grupos vencedores a la fase autonómica y los finalistas de la categoría E, tanto escolares como docentes, podrán disfrutar de una experiencia para el aula valorada en 500 euros.

El alumnado y profesores ganadores a nivel estatal recibirán una tablet para seguir aprendiendo sobre la historia de la inclusión.

40 años provocando el primer contacto con la discapacidad 

El Concurso Escolar de la ONCE se ha convertido en uno de los más longevos del Estado, un programa de sensibilización educativa con propuestas pedagógicas actuales y atractivas para el alumnado y los profesores, siempre adaptadas a las diferentes leyes educativas por las cuales ha atravesado nuestro país en los últimos 40 años y convirtiéndose ya en parte del caudal educativo.

Ya han participado más de seis millones y medio de estudiantes con sus dibujos, redacciones, montajes, videos, fotos o composiciones que, en función de la temática, han aportado multitud de ideas y reflexiones para impulsar la inclusión.

De hecho, en los últimos años, ya son muchos los padres y madres que se sorprenden viendo sus hijos e hijas trabajando en temáticas sociales del Concurso Escolar, el mismo en que ellos participaron hace dos o tres décadas, cosa que genera también una implicación y afecto por parte de las familias, conocedores de los valores con que se trabaja.

Quizás el primer momento en que los escolares se enfrentan a la realidad de las personas con discapacidad, desde la diversidad y la inclusión.