Platja Cala Fonda a Begur

Explora las calas más aisladas y salvajes de la Costa Brava

Descubre los rincones más aislados y menos conocidos de la Costa Brava para pasar un verano sin estrés

La Costa Brava, con sus calas aisladas y salvajes, cautivadas por su belleza natural, las aguas turquesas y la tranquilidad que ofrecen estos rincones ocultos. Entre Girona y Tossa de Mar, estas calas son auténticos paraísos para los amantes de la naturaleza y actividades como el snorkel y el kayak. La exploración de calas como Cala s'Alguer en Palamós, con sus aguas cristalinas y casas pintorescas, junto con la serenidad de Cala Sa Forcanera, accesible solo por mar, resalta el encanto único de la región y promete una experiencia inigualable a sus visitantes. Este artículo guiará al lector a través de algunas de las calas más intactas y espectaculares de la Costa Brava, revelando playas vírgenes rodeadas de paisajes impresionantes y ofreciendo consejos prácticos sobre aparcamiento y accesibilidad, para garantizar una aventura memorable.

Cala s'Alguer en Palamós

Cala s'Alguer, ubicada en Palamós, es una pequeña joya a 40 minutos de Girona. Este encantador barrio de pescadores, con historia que data del siglo XVI, presenta una colección de casas blancas con puertas de madera, cada una pintada de un color diferente, junto a barcos típicos de la Costa Brava. Estas antiguas chozas de pescadores, ahora convertidas en casas de fin de semana, rodean un ambiente cautivador marcado por Mas Juny, una masía restaurada de 1931, que fue punto de encuentro de intelectuales.

Para llegar a Cala s'Alguer, se puede aparcar en el lote designado de Platja del Castell o en urbanizaciones cercanas, siguiendo el sendero hacia el mar. Alternativamente, inicie desde Palamós y conecte con el Camí de Ronda, un sendero costero que ofrece vistas impresionantes y pequeñas calas a lo largo del camino. Este lugar, libre de servicios, invita a disfrutar de la tranquilidad, una lectura serena o un refrescante baño en sus aguas cristalinas.

La mejor época para visitar es de abril a julio, aprovechando para degustar la gamba de Palamós, un manjar local. Aunque no hay servicios directamente en S'Alguer, en las proximidades se encuentran varios restaurantes y cafeterías donde se puede disfrutar de mariscos frescos y cocina local. Para los alojamientos, se recomienda el Hotel Casa Vincke en Palamós, conocido por su significado histórico y servicio de primera clase, asegurando así una experiencia completa al explorar Cala s'Alguer y sus alrededores.

Playa Fonda

Platja Fonda, situada en Begur, Girona, se distingue por su entorno natural y su prístina pureza, ofreciendo una experiencia única para quienes buscan calas menos concurridas en la Costa Brava. Esta playa de 160 metros de largo y 35 metros de ancho se caracteriza por su arena gruesa de tono grisáceo y está rodeada por un imponente muro de roca que proporciona una sombra significativa, ideal para los días más calurosos del verano. A pesar de su acceso algo desafiante a través de una larga escalinata en buenas condiciones pero empinada, Platja Fonda atrae a visitantes en busca de un refugio tranquilo lejos de las multitudes.

Acceso y Servicios:

  • Acceso vehicular con estacionamiento disponible cercano, sujeto a tarifa durante los meses de verano.
  • No dispone de servicios de salvavidas, por lo que se recomienda precaución debido a las corrientes fuertes.
  • Los visitantes deben traer sus propios suministros, incluyendo agua, alimentos y protección solar, ya que no hay servicios disponibles en la playa.

Atractivos Naturales y Actividades:

  • Rodeada de acantilados y pinos, sus aguas claras y limpias con fondo rocoso son ideales para el snorkel.
  • La parte sur ofrece plataformas naturales para buceo y un camino hacia el Port de Fornells.
  • Proximidad al Camí de Ronda y la reserva marina Ses Negres para exploraciones adicionales.

Platja Fonda representa un oasis de tranquilidad, donde el sonido de las olas y la brisa marina son los verdaderos protagonistas. Su ubicación estratégica entre el imponente Cabo de Begur al norte y Cap de Rubí al sur, junto con la cercanía al Castell de Begur y la posibilidad de disfrutar de un chiringuito durante el verano, la convierten en un destino imperdible para quienes aprecian la belleza natural. de las calas de la Costa Brava.

Cala Pola

Cala Pola, situada en la región de la Costa Brava, específicamente en el municipio de Tossa de Mar, Girona, España, se presenta como un destino encantador para quienes buscan experiencias en playas menos concurridas pero con todos los servicios necesarios para una estancia cómoda.

Acceso y servicios:

  • Por carretera: Accesible mediante la carretera GI-682, con señales claras hacia la cala y un aparcamiento cercano.
  • Transporte público: Línea de autobús 122 desde Tossa de Mar.
  • Servicios en la playa: Vigilancia de salvavidas en verano, duchas públicas, aseos y estación de primeros auxilios.

Atractivos y actividades:

  • Gastronomía y relax: Variedad de restaurantes y bares a lo largo de la playa.
  • Deportes acuáticos: Alquiler de kayaks, paddleboards y motos de agua.
  • Comodidades: Alquiler de equipo de playa como sombrillas y tumbonas.

Cala Pola, rodeada de bosques de pinos, encinas y vegetación variada, ofrece un paisaje único donde las aguas turquesas reflejan la vegetación circundante. La cala, de arena gruesa y aguas cristalinas, es ideal para familias y visitantes de todas las edades, garantizando una experiencia memorable en uno de los rincones más bellos de la Costa Brava.

Cala Sa Forcañera

Cala Sa Forcanera, una joya escondida en Blanes y puerta de entrada a la Costa Brava, ofrece una experiencia única para aquellos aventureros que buscan rincones aislados y paisajes naturales. Situada entre la playa de Santa Anna y la cala Sant Francesc, cerca del Jardín Botánico Marimurtra, esta pequeña cala de 15 metros de ancho y largo, con superficie de grava, promete una escapada íntima lejos del bullicio turístico.

Acceso: Únicamente por mar, lo cual conserva su encanto y tranquilidad. Se puede alquilar un kayak o un bote de pedales desde el puerto de Blanes, a solo un kilómetro de distancia, para llegar a esta cala rodeada de acantilados y propiedad privada.

Servicios disponibles: A pesar de su aislamiento, Cala Sa Forcanera cuenta con servicios básicos como duchas, un chiringuito-bar, alquiler de sombrillas y tumbonas, y vigilancia de salvavidas durante el verano. Estas comodidades hacen que la estancia sea cómoda sin sacrificar la sensación de estar en un paraíso escondido.

Alternativas cercanas:  Para aquellos que prefieren opciones más accesibles, la cala de Sant Francesc y la playa de Santa Ana ofrecen excelentes alternativas para nadar y disfrutar de la costa brava. Además, el entorno de Blanes, conocido por sus hermosas playas y competiciones internacionales de fuegos artificiales, brinda múltiples opciones de entretenimiento y alojamiento.

Cala Sa Forcanera es un ejemplo perfecto de las maravillas naturales que se pueden descubrir en la Costa Brava, ofreciendo aguas cristalinas y un ambiente tranquilo para los visitantes. Su ubicación privilegiada bajo el Jardín Botánico Marimurtra añade un valor estético y cultural a la visita, convirtiéndola en una parada obligatoria para los amantes de la naturaleza y la tranquilidad.

Una experiencia inolvidable en la Costa Brava

La exploración de las calas más aisladas y salvajes de la Costa Brava ofrece a los visitantes una experiencia inolvidable, sumergiéndolos en la belleza natural, aguas cristalinas y una serenidad que pocos lugares pueden ofrecer. Desde Cala s'Alguer en Palamós hasta Cala Sa Forcanera en Blanes, cada cala resalta por su encanto único, prometiendo no solo un refugio lejos de las multitudes sino también una conexión profunda con la naturaleza. Estos rincones ofrecen una diversidad de actividades como snorkel y kayak, complementadas con consejos prácticos sobre accesibilidad y estacionamiento, asegurando una experiencia completa y memorable.

La importancia de esta exploración trasciende el mero disfrute turístico, instando a una valoración y preservación de estos paisajes vírgenes por parte de los visitantes. El artículo, al guiar a los lectores a través de estas joyas escondidas, no solo destaca la importancia de su conservación sino también el impacto positivo de un turismo consciente y respetuoso con el medio ambiente. Se alienta a futuros viajeros a descubrir estas calas, disfrutar de su belleza incomparable y participar en la protección de estos tesoros naturales de la Costa Brava para generaciones futuras.