Portada del libro "Los Flechas Navales del Frente de Juventudes" de Francisco Caballero Leonarte, con una imagen de un barco y marineros en el mástil, sobre un fondo de estanterías llenas de libros.

Francisco Caballero recupera la memoria de las Escuelas de Flechas navales

Desde 1937 hasta 1976 existieron unas centros de enseñanza dedicados a iniciar a los jóvenes en las profesiones del mar

Pese a la copiosa literatura histórica que sigue apareciendo en nuestro país sobre el período de la guerra civil y el franquismo lo cierto es que siguen quedando muchos aspectos inéditos abiertos a la curiosidad de los investigadores. Uno de ellos es el de las Escuelas de Flechas Navales que surgieron en plena guerra con el propósito de recuperar el interés de las nuevas generaciones por las tradiciones marineras de España e iniciarles en los diferentes oficios propios tanto de la Armada, como de las marinas mercante y pesquera.

Recuperar la historia de tales centros no ha sido una tarea fácil puesto que, como reconoce Francisco Caballero Leonarte en su documentado ensayo “Los Flechas Navales del Frente de Juventudes” (Astigi) la mayor parte de la documentación de estas escuelas se ha extraviado o incluso destruido, por lo que ha tenido que trabajar con el eco que su actividad tuvo en los medios de información impresos, la escasa bibliografía disponible, así como con algunas memorias escritas y los testimonios de los escasos supervivientes.

Caballero evoca la presencia anterior de niños en las actividades náuticas como las galeras reales o el asilo naval español por lo que respecta a nuestro propio país, así como en algunos países extranjeros (Alemania, Italia, URSS) o en el movimiento juvenil internacional con los Sea Scouts. 

Por lo que se refiere a los centros españoles recuerda que la idea inicial partió del almirante Bastarreche en Palma de Mallorca durante la guerra civil y distingue tres etapas: inicial, entre 1937 y 1940, de organización hasta 1965 y de especialización desde ese último año hasta su extinción en 1976. Los centros estuvieron distribuidos en diferentes localidades costeras de España, e incluso en del protectorado de Marruecos y Caballero los ha localizado, además de en la capital balear, en Adra, Algeciras, Alicante, Almería, Badalona, Barcelona -donde utilizó como buque-escuela el velero San Mus donado a tales efectos por el industrial Don Félix Escalas-, Cádiz, Cartagena, Ceuta, Huelva, Larache, Madrid, Málaga, Marbella, Mazarrón, Nador, Las Palmas, Ribadeo, Sanlúcar de Barrameda, San Vicente de la Barqueras, Sevilla, Tenerife, Valencia, Vigo y Vilanova i Geltrú. Su labor fue tan popular que hasta mereció que se le dedicaran dos largometrajes (“Hay un camino a la derecha” en 1951 y “Pachín almirante” en 1961), así como numerosos programas de televisión y noticias en el Nodo.

El autor considera que “una valoración objetiva, desde una perspectiva puramente profesional, nos permite llegar a la conclusión de que en bastantes de estas escuelas se cumplió el objetivo de capacitación técnica de los alumnos. Muchos de esos Flechas llegaron a ocupar puestos de responsabilidad en el mundo naval, tanto en la Armada, como en la marina civil”.