Imagen del embalse de Susqueda con una gota de agua y una flecha hacia arriba

Las lluvias hacen crecer el nivel del agua en el sistema de embalses Ter-Llobregat

El llenado de los pantanos como La Baells o Susqueda empieza a crecer de forma pronunciada

Cataluña sigue atravesando una grave crisis por sequía, pero las lluvias de las últimas semanas están revirtiendo la situación. Los ríos que abastecen de agua a los embalses se están llenando, por lo que el agua que entra en ellos cada vez es mayor. 

Hace cinco días, los embalses del sistema Ter-Llobregat, que abastece a las áreas metropolitanas de Barcelona, Girona y su entorno, se encontraban al 19% de su capacidad. El porcentaje de llenado llevaba días subiendo, pero muy lentamente. Ahora, en solo cinco días, ha aumentado casi 3 décimas, situándose en el 19,28%. 

Estos son los datos ofrecidos por la última actualización del informe de los embalses de la Agència Catalana de l'Aigua (ACA), recogido por Catalunya Press, que muestran que los embalses de este sistema tienen actualmente un volumen de 117,98 hectómetros cúbicos - frente a los 116,32 hectómetros cúbicos de hace cinco días-. 

A pesar de las buenas noticias, los embalses siguen por debajo de los niveles del año pasado, cuando se encontraban al 25,01% con 153,11 hectómetros cúbicos de agua. 

Los pantanos que más se han recuperado en estos días de lluvia son el de Susqueda, que ha pasado de estar al 24,90% de su capacidad al 26,32%. El llenado de este pantano es una gran noticia, ya que es el que tiene mayor capacidad del sistema Ter -Llobregat (233 hectómetros cúbicos). 

También se ha notado la subida en el pantano La Baells, que hace cinco días estaba al 25,58% de su capacidad y ahora está en el 26,10. 

El embalse La Llosa del Cavall, en Navés, también ha subido ligeramente el nivel de agua, pasando del 20,44% al 20,80%. 

Llama la atención la bajada del nivel de agua en el pantano de Sau, que ahora está en el 2,33% de su capacidad y hace cinco días estaba al 3,76%. Sin embargo, el caudal del río Ter, antes de su llegada al pantano, ha aumentado notablemente, por lo que debería alimentar al embalse y provocar que suba su nivel en los próximos días. 

También ha perdido agua, pero muy ligeramente, el embalse de Sant Ponç, que hace cinco días estaba al 31,72% de su capacidad y ahora se situa en el 31,24%.