Obra de teatro 'El día del Watusi'

El Lliure de Gràcia presenta la versión teatral de “El día del Watusi” de Casavella

La novela de casi novecientas páginas que encumbró a Francisco Casavella ha sido adaptada por Iván Morales

A Francisco García Hortelano, más conocido por su nombre literario de Francisco Casavella (no quiso que le confundieran con otro escritor conocido y apellidado asimismo García Hortelano, al que por cierto admiraba, por lo que escogió el segundo apellido de su abuelo, en lugar del de su abuela, que era Franco y hubiera resultado sin duda harto inapropiado firmar sus novelas como Francisco Franco) no le hizo falta ser el autor de una obra prolífica porque con los pocos títulos que tuvo ocasión de publicar consiguió situarse como uno de los grandes novelistas españoles contemporáneos. Su prematura desaparición le impidió continuar con una carrera literaria que todo permitía augurar exitosa y en la que ocupó un lugar relevante su novela “El día del Watusi”; en realidad, un trilogía formada por tres textos sucesivos titulados “Los juegos feroces”, “Viento y joyas” y “El idioma imposible” que aparecieron de forma independiente, pero que una vez reunidos ocupan cerca de 900 páginas. 

Casavella, conocedor de las formas de vida marginales de su tiempo, concibió una obra que bien puede ser un fresco desmelenado y desmitificador de la Barcelona del último tercio del siglo XX. Abarca para ello tres períodos que le parecen significativos y se corresponden con la peripecia de Fernando Atienza, el protagonista de la obra: la ciudad el tardofranquismo contemplada desde uno de los últimos asentamientos de barracas -¿Can Valero?- en el que Atienza sobrevive con su amigo cojo El Yeyé a base de hurtos y trapacerías y contempla la realidad de la muerte; siguen los años de la transición en los que consigue desvincularse de ese ambiente barriobajero y se coloca como auxiliar en el archivo de una entidad de crédito -prototipo de empresa que el autor conoció por ciencia propia: fue empleado de la Caixa- en la que consigue ir ascendiendo; y finalmente culmina en los prolegómenos de la gran epifanía ciudadana de los juegos olímpicos cuando los fastos esconden historias en las que las corruptelas políticas se entremezclan con los escándalos financieros y llegan inevitablemente, tras los excesos, el desengaño de la generación del personaje.

Hacer una versión teatral de tan extenso texto no ha sido empresa fácil, pero lo ha conseguido Iván Morales en la sala de Gràcia del Teatre Lliure. Lo que no ha podido evitar es que el resultado sea un espectáculo muy largo, como los que ya teníamos olvidados, con tres, cuatro o cinco actos y toda una tarde o noche de duración. En este caso, cuatro horas bien cumplidas en tres actos con sus correspondientes descansos. ¡Uauuu! (nota tangencial: resulta aconsejable llevarse el bocadillo para dar buena cuenta en alguno de los entreactos)

Morales, adaptador y director, ha desarrollado el montaje de esta versión dramática que incluye actuaciones musicales. Enric Auquer, Guillem Balart, David Climent, Bruna Cusí, Raquel Ferri, Vicenta Ndongo y Xavi Sáez se mueven con soltura, aparentemente espontánea, pero milimétricamente coordinada, por el espacio escénico, recreando ambientes de una Barcelona cercana en el tiempo, pero en algunos aspectos ya desaparecida. Todo ello hace de “El día del Watusi” un proyecto complejo y algo ambiguo que, pese a su insólita duración, mantiene a los espectadores en tensa y expectante atención.