Espectáculo 'Burro' en el Teatro Romea

Los grandes literatos reivindican la figura del burro con la voz de Carlos Hipólito

El burro es un espejo del ser humano y un animal más inteligente de lo que se supone

“Vamos a hacer el «Burro» en el Romea” anunció Josep María Pou, director de esa sala teatral y no hablaba en broma porque, en efecto, tal es el título de un espectáculo de Álvaro Tato, dirigido por Yayo Cáceres y protagonizado por Carlos Hipólito que recoge fragmentos de textos literarios de Lucio Apuleyo, Ovidio, Fray Anselmo Turmeda, Miguel de Cervantes, William Shakespeare, Charles Perrault, Gabriel Álvarez de Toledo, Esopo, Fedro, La Fontaine, Iriarte, Samaniego y Juan Ramón Jiménez, en los que se manifiesta una visión de este animal mucho más benévola y favorable de la que habitualmente impera en nuestra sociedad.

“El burro -dijo Tato- es un verdadero espejo del ser humano y ha atraído la atención de muchos autores que han escrito sobre él, aunque siempre manteniéndolo en el anonimato. Hubo que esperar al siglo XX para que Juan Ramón le pusiera nombre a uno de ellos y éste fue Platero”. Hipólito subraya lo dicho por el autor de la dramaturgia de este espectáculo y añade que “todos podemos sentirnos identificados con el personaje de esta obra que, por cierto, es un animal muy noble y nada tonto”.

“Burro” es un espectáculo inteligente, que enhebra hermosos textos literarios con música, apostando por el sentido del humor y aportando un caudal inmenso de poesía. Un texto que acredita la excelencia interpretativa de Hipólito, que por cierto hacía doce años que no actuaba en Barcelona y no lo había hecho nunca en el teatro de la calle del Hospital.  El autor madrileño imparte desde el escenario una lección magistral de interpretación en la que acredita su versatilidad, puesto que tiene que encarnar hasta catorce personajes diferentes poniendo en cada momento el tono, la voz, el acento y el gesto propio de cada uno de ellos y lo hace con una dicción siempre perfecta e inteligible, cosa que en estos tiempos no siempre ocurre en los escenarios y un sentido del ritmo milimétricamente pautado. Cuenta con la colaboración de dos actores músicos, Fran García e Iballa Rodríguez y de un guitarrista, Manuel Lavandera.

Y, para terminar, añadiremos una anécdota, ésta a cargo de Pou, quien recordó que cuando intervino en la serie televisiva de “Curro Giménez”, en la que interpretaba a un sacerdote, hubo una toma en la que iba en compañía de un burro al que, en un divisoria de caminos, tenía que invitar a que tomase el de la derecha. Había poco tiempo para ello porque el director de fotografía quería aprovechar la luz del crepúsculo, pero no había manera de convencer al rucio que fuera por el camino adecuado, siempre iba por el otro. Hasta que apareció su dueño y explicó la razón: este último era el que utilizaba cada día para volver a su cuadra, lo que demuestra que el burro es un animal más inteligente de lo que nos creemos. Y “Burro”, un espectáculo antológico de los que no hay que desaprovechar la oportunidad de disfrutarlo.