En la madrugada de este martes, s'Arenal de Palma (Mallorca) fue testigo de una tragedia que deja con malas sensaciones este inicio de la temporada turística. Un joven turista alemán de 23 años perdió la vida tras caer desde una altura de 12 metros en un hotel local.
El suceso ocurrió alrededor de las 3:00 horas de la mañana en un establecimiento ubicado en la calle Muntaner. Según informes de los equipos de emergencia, el joven fue encontrado en el suelo, inmóvil, tras precipitarse desde la azotea del hotel.
Se presume que el turista, quien había llegado a la isla para unas vacaciones, estaba bajo los efectos del alcohol al momento del incidente. Testigos señalan que momentos antes de la tragedia, el joven entró al hotel sin pantalones ni zapatillas, lo que llamó la atención de otros huéspedes y empleados, pero nadie anticipó la fatalidad que seguiría.
Aparentemente, el joven habría intentado acceder desde la azotea a su habitación, aunque las circunstancias exactas que llevaron a la caída aún no han sido esclarecidas.
A pesar de los esfuerzos de los servicios de emergencia por reanimarlo, las graves lesiones sufridas resultaron fatales, dejando consternados a los presentes. Patrullas de la Policía Nacional, Policía Local y una ambulancia del Samu-061 acudieron al lugar para atender la situación.
En medio del luto, las autoridades locales refuerzan el llamado a la responsabilidad y la prudencia, con la esperanza de evitar futuras tragedias similares en la temporada turística.
Este es el primer suceso de este tipo, conocido popularmente como 'balconing', de la temporada. Las altas ingestas de alcohol acaban arrebatándose la vida de muchos jóvenes, que intentan saltar desde alturas demasiado altas en momentos de poca lucidez mental.
Una cómica, Irene Francolí, preparó en 2023 un vídeo preguntando a jóvenes turistas el motivo que se encontraba detrás de esta popular tradición. Una de las mujeres argumenta que puede deberse al alcohol o para "lucirse", a pesar de que algunos otros admiten que lo han hecho con balcones "pequeñitos".
La cuestión es que las muertes siguen acumulándose y cada vez se antoja como necesario encontrar una solución para frenar esta fatídica tradición.