El Barça de baloncesto jugará este miércoles a la noche el quinto y definitivo partido de los cuartos de final de la Euroliga ante Olympiakos. La serie ha viajado al quinto partido, tras el empate a dos que los griegos establecieron en el último encuentro. Entonces, dieron un duro correctivo que debe servir al conjunto de Roger Grimau para cambiar muchas cosas.
Lo mejor es el factor cancha. La buena fase regular del Barça les aupó a conseguir este factor, a través del cual se jugará este quinto partido en el Palau Blaugrana. La afición jugará un papel trascendental en un equipo con talento pero excesivamente irregular.
La principal amenaza de los locales será la de Jabari Parker. El estadounidense está siendo el líder de los suyos en esta serie. En cuatro partidos, ha sumado 60 puntos, promediando 15 en cada uno. Jan Vesely, Willy Hernangómez y Tomas Satoransky también han sido importantes en el juego y las estadísticas. Deberán estar acertados en ataque, y alerta en defensa, para evitar un nuevo descalabro como el último, en esa fatídica derrota ante Olympiakos por 92-58.
En caso de ganar, el Barça se clasificará para su cuarta Final Four consecutiva. En 2021 fueron subcampeones, tras superar al Armani pero perder la final ante Anadolu Efes; en 2022 fueron terceros, tras caer ante el Real Madrid y vencer el partido de consolación al mismo Olympiakos; y en 2023 volvieron a sucumbir en El Clásico, y también en el partido por el tercer puesto, ante el Mónaco.
El Barça busca su tercera Euroliga, tras los éxitos de 2003 y 2010. Eso pasa indudablemente por ganar al Olympiakos. De momento, el Madrid y el Panathinaikos ya tienen el billete para el certamen de Berlín, al haber superado, respectivamente, a Baskonia en tres partidos, por la vía rápida, y a Maccabi de Tel Aviv, en el quinto y también definitivo. En caso de ganar el Barça, habrá un Clásico en semifinales.
Las declaraciones de Satoransky y Grimau
Y para ganar, la plantilla es consciente que hace falta subir las prestaciones y ser regulares. En la previa, Satoransky ha reconocido que "tienes que estar sólido los 40 minutos, y aunque no salgan las cosas bien en ataque, estar siempre metido en el partido. Como hicimos en el primer partido en El Pireo. Estuvimos muy concentrados y sólidos y esto al final decide, aunque no estés tan bien en ataque".
Por su parte, Grimau ha reivindicado que "es evidente que jugar en casa o fuera no garantiza ganar o perder. Lo que te da jugar en casa es un plus de energía o de intensidad, pero no garantiza la victoria". El técnico espera que el equipo pueda aprovechar el empuje de la afición para tener una buena noche de juego.