El Real Madrid se ha consagrado matemáticamente campeón de LaLiga. No ha habido discusión. Parecía muy claro que esto ocurriría con el fulgurante inicio de temporada de los blancos, y esta impresión se acrecentó cuando los blancos derrotaron al sorprendente Girona en Montilivi. Tras 34 jornadas, solo han perdido una vez, y tras imponerse al Cádiz en casa, y la victoria del Girona ante el Barça, ya es una realidad.
El máximo artífice de esta consecución es Jude Bellingham. El inglés está teniendo una primera temporada tremenda. A pesar de ser centrocampista, está en la lucha por el pichichi, y ha sido el líder de los blancos dentro e incluso fuera del césped.
Eso sí, cin permiso de Carlo Ancelotti. El entrenador se reafirma como el gran entrenador del momento y del mundo, junto a Pep Guardiola. Ancelotti suma su segundo título de LaLiga, demostrando que tan importante son sus estrategias como su gestión de plantilla. Una plantilla, eso sí, con grandes nombres. Más allá de Bellingham, también ha sido clave Vinicius. El brasileño ha desequilibrado muchos partidos, ha puesto magia ante el Barcelona, el Girona o el Valencia.
El Madrid, pues, suma un título más de Liga, erigiéndose aún más rey de la competición doméstica española, y llega lanzado al duelo de la vuelta de semifinales ante el Bayern de Múnich en el Santiago Bernabéu de la semana que viene.